Latinoamérica ha evolucionado de manera positiva en varios frentes, tanto políticos como económicos, pero aún hay retos que afrontar para superar las carencias y desigualdades que aquejan al continente.
Así se expresaron cancilleres de varios países, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Jose Miguel Insulza, quienes hoy participaron en Washington en la 40 Conferencia del Consejo de las Américas.
Allí hablaron de los peligros y retos que afronta la región, entre ellos la seguridad, el narcotráfico y el comercio.
En su intervención, Clinton hizo un llamamiento para combatir los problemas de seguridad e inequidad en toda la región, al manifestar que si bien ha habido logros no está "satisfecha". "Tenemos una enorme agenda por delante", señaló.
La secretaria de Estado aprovechó la presencia del canciller colombiano, Jaime Bermúdez, y de su homólogo panameño, Juan Carlos Varela, para reiterar el compromiso del Gobierno de EE.UU. con los acuerdos de libre comercio, pendientes de ratificación por el Congreso, aunque admitió que no será fácil.
"Colombia y Panamá han trabajado muy duro para responder a los interrogantes de la Administración y del Congreso. Creo que vamos a perseguir esto, aunque no puedo predecir el resultado (...) tenemos que bregar con los vientos políticos" en EE.UU., dijo Clinton.
La jefa de la diplomacia estadounidense admitió que la estrategia empleada para luchar contra el narcotráfico y el crimen está lejos de ser "efectiva", si bien ha habido progresos.
Elogió el desarrollo económico en Latinoamérica, una región que ha sabido capear mucho mejor que otras la crisis económica, pero al mismo tiempo volvió a insistir en la necesidad de reformas fiscales para incrementar los ingresos por impuestos, tan bajos en la mayoría de los países en base al Producto Interno Bruto (PIB) que es "insostenible", afirmó.
A su turno, Varela dedicó su tiempo a delinear las políticas y los proyectos del Gobierno de Ricardo Martinelli, al tiempo que su homólogo peruano, José Antonio García Belaúnde, destacó los beneficios de los acuerdos comerciales y la fortaleza económica de la región.
"Hemos apostado bien en tener una presencia en los grandes espacios económicos", dijo Belaúnde sobre su país. "Estamos en condiciones de asegurar el desarrollo sin mayores sorpresas".
Dirigiéndose a Bermúdez, dijo que a Perú, que ya tiene un TLC con EE.UU., le interesa "de sobremanera" dejar "a las nuevas autoridades un marco de inserción al mundo a través de esos acuerdos", en referencia al próximo Gobierno de Colombia.
Fue precisamente Colombia, a través de Bermúdez, que hizo la segunda llamada de atención de la jornada.
Dijo que no se puede hablar de integración "cuando hay embargos económicos por razones políticas" y "cuando hay intervención en política de asuntos de otros países, queriendo afectar las elecciones de uno u otro sector". "Eso es inaceptable", enfatizó.
Bermúdez no mencionó por nombre ni a Venezuela ni al presidente de ese país, Hugo Chávez, pero sus declaraciones se producen después de que éste advirtiera que si el ex ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, gana en los comicios presidenciales del próximo 30 de mayo, congelará el comercio con el país vecino.
Chávez indicó además que no recibiría a Santos en Venezuela si éste gana los comicios para suceder al presidente colombiano, Álvaro Uribe.
Esas declaraciones molestaron tanto a Colombia que ha decidido trasladar hoy al Consejo Permanente de la OEA sus quejas.
La tercera advertencia vino de la mano de Insulza, quien alertó que "todavía existen tentaciones antidemocráticas" en la región.
Sin mencionar a ningún país o líder en concreto, Insulza recalcó que "la democracia es más que elecciones", y que algunas naciones "cambian leyes para prolongar el mandato" del presidente.
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