www.diariocritico.com
Huele a podrido

Huele a podrido

jueves 20 de mayo de 2010, 18:53h

Algo huele a podrido cuando se confunde la Ley  con la Justicia.  La ley es, en teoría, un conjunto de normativo para intentar una convivencia pacífica, por el cual el ciudadano cede a la comunidad la administración de sus derechos y obligaciones.  Naturalmente este corpus depende en gran medida de la cultura, la tradición y el poder, elementos circunstanciales que en todo caso formarían parte de nuestro concepto de Justicia.

Si tomamos la Sharia como corpus de derecho islámico interpretable y relativo, incluye en plan hard castigos como la lapidación, la horca, la ablación clitorial, los azotes, la amputación…  Cosas todas que los Occidentales interpretamos, en plan benevolente,  como una conculcación de los Derechos Humanos, que en la actualidad percibimos como arquetipo y marco de lo que venimos en llamar mínimo denominador común de la Justicia, y que se basaría en el reconocimiento de la dignidad y respeto hacia los seres humanos, dejando las metafísicas de  Tomas de Aquino, Kant o Husserl, como primeras expresiones del  derecho natural.  
En plan menos educado diría que la interpretación hard de la  Sharia es algo repugnante y medieval, que huele a podrido.

Pero también en Occidente percibimos este olor cuando Wolfgang von Goethe, aunque le añadan un von y sea un genio,  dice ‘boutades’ como ‘prefiero el orden con injusticia que la justicia con desorden’.  Mire Vd., el desorden, la rebelión e incluso las huelgas se producen cuando las gentes de nariz sensible huelen en las leyes algo de podrido.  Normalmente el orden es hermano de la Justicia.

Cuando el juez Varela escucha los cantos de sirena de Falange española y Manos Limpias con el ánimo de dejar sin empleo al juez Garzón,  algo huele a podrido.

Summum ius, summa iniuria : la Ley estricta es la mayor injusticia. Cicerón . De officiis I,II.

Cuando el PSOE, que algunos snobs sostienen que es un partido de izquierdas, manda a galeras a funcionarios y jubilados, algo huele a podrido.

Cuando el cardenal y presidente valenciano Camps afirma que la trama Gurtel es tan solo una conspiración, algo huele a podrido.

Cuando el Tribunal Constitucional se prepara para la decapitación en la plaza pública de l’Estatut catalán, y con él la legitimidad y supuesta utilidad de Parlamentos, Congresos y Referéndums, algo huele a podrido.

Y terminamos con una cita de Montesquieu, hombre de nariz política muy sensible: ‘No existe tiranía peor que la ejercida a la sombra de las leyes y con apariencias de justicia."


¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios