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El encierro de Samuel, como se esperaba: 'samulos'

San Isidro (21ª). Padilla: con él llegó el escándalo y la división

San Isidro (21ª). Padilla: con él llegó el escándalo y la división

miércoles 26 de mayo de 2010, 22:14h
Un nuevo fracaso ganadero del otrora encastado hierro de Samuel Flores dio escasas opciones a la terna, aunque el cuarto al menos permitió algunos buenos muletazos sueltos de un voluntarioso Juan José Padilla, en su reencuentro con Las Ventas tras el feo gesto contra el público de hace tres años y entre una fuerte división en los tendidos. Ni siquiera eso pudieron alborear Encabo e Iván García.
Medio siglo exacto después de su estreno, la maravillosa película 'Con él llegó el escándalo', de Vicente Minelli y protagonizada por Robert Mitchum, se reeditó taurinamente en el escenario venteño esta vez con Juan José Padilla en el papel principal.

Al jerezano le tocó en suerte -otros opinaron que en desgracia- el único toro con un punto de codicia -sin exagerar, ¿eh?, sin exagerar-, el cuarto, con el que arrojó el dado de la máxima voluntad y entrega, y al que aplicó todo su repertorio.

Lo malo es que este toreo tan 'sui géneris' y tan bastote no entra en los cánones de la ortodoxia ni de la cátedra venteña. Así, tras recibirlo de hinojos con tres largas y banderillearlo entregado e incluso con un cuarto par al violín -foto-, Padilla lo brindó en gesto de pedir perdón por su enfrentamiento con el tendido 7 hace tres años.

Pero, aunque hubo cierto relajo, algún muletazo -a veces medio- de buen dibujo en series cortas al natural, aquello no cuajó. Aunque las protestas del 7 -y otros sectores- por la vulgaridad de casi todo lo que hacía el jerezano llevaron a que otros espectadores le jalearan y pidieran la oreja, a pesar incluso del feo bajonazo con el que concluyó su labor.

'Samulos' en horas bajas

El propio Padilla ni siquiera pudo 'lucir' su estilo propio con el inválido que abrió festejo. Mas aunque hubiera tenido fuerzas él bicorne-, habría dado igual, por ese calificativo que se han ganado a pulso los especímenes de este otrora encastado hierro de Samuel Flores tan en horas bajas: auténticos 'samulos'.

Bueyes, mulos con mucha cuerna y sin sangre brava que huían de percales y pañosas barbeando tablas y buscando desesperadamente la salida, y que si alguna vez se acercaban a los señuelos era más topando que embistiendo, sin emplearse y defendiéndose, aunque, eso sí, con mucha nobleza.

Y la tan teórica como falsa oportunidad que se presentaba a Luis Miguel Encabo e Iván García, más ortodoxos y clásicos que Padilla, y también más necesitados de un triunfo importante, se diluyó pese a los baldíos intentos de ambos coletudos por extraerles algo positivo.

Ficha del festejo  

Toros de SAMUEL FLORES, el primero con el hierro de AGUSTINA LÓPEZ FLORES: bien presentados en general, descastados y nobles, con 4º manejable. 1º, inválido. JUAN JOSÉ PADILLA: silencio, división con más palmas que pitos tras petición. LUIS MIGUEL ENCABO: silencio; silencio. IVÁN GARCÍA: silencio; palmas tras aviso. Plaza de Las Ventas, 26 de mayo. 21ª de feria. Lleno.
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