El gobierno de Israel inició la deportación de todos los activistas detenidos de la Flotilla de la Libertad, que transportaba ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Más de 120 activistas fueron transportados en autobuses a la frontera con Jordania; mientras que cerca de 200 fueron trasladados en los aviones que Turquía envió a Israel. "Israel está interesado en que ninguno de los participantes de la flotilla permanezca en el país. No es necesario que se queden, ellos deben regresar a sus países lo más pronto posible" expresó Shahar Arieli, vocero del gobierno de Israel.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reiteró que la acción militar de su país se debió a que el barco transportaba armas. "Israel lamenta la vida de pérdidas humanas, pero nunca nos disculparemos por defendernos" aseguró el primer ministro de Israel. Por su parte, el gobierno de Irlanda pidió al de Israel, que permita que el buque humanitario Rachel Corrie toque tierra y pueda entregar la ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.