Para la campaña electoral que comienza el PSOE ha preparado un vídeo donde las primeras imágenes que se contemplan son de la guerra de Irak. Como no parece probable que la elección del alcalde de Cartagena o del presidente autonómico de La Rioja vaya a influir, ni poco ni mucho, en la evolución de la guerra de Irak, está claro que estamos ante unas primarias, algo así como un ensayo general con luces y vestuario de las próximas generales.
El día 25 por la noche todos los partidos sacarán satisfactorias consecuencias de los resultados, pero el problema de los ensayos generales es que, por bien o por mal que salgan, no influyen con lo que suceda el día del estreno.
Si yo estuviese a sueldo del PSOE es probable que hubiera optado por sacar la guerra de Irak para ver si se aumentaba el número de concejales por Astorga, pero estas apelaciones ni son indirectas, ni son sutiles, ni son cercanas, y hasta contienen efectos secundarios y contraindicaciones, como es la guerra de Afganistán en la que sí estamos.
De allí ya ha venido algún soldado español muerto -nada que ver con los casi trescientos soldados estadounidenses que han perdido la vida- y los bombardeos de aviones americanos, franceses e ingleses sobre las provincias de Kandahar y Helmand son bastante cotidianos, y cada uno de ellos supone una matanza de civiles. Nadie habla de retirarse Afganistán, pero cada día los talibanes tienen armas más sofisticadas, compradas con el dinero del opio, y si las tropas occidentales se marcharan de allí no habría una guerra civil, como se supone que estallaría en Irak, sino que los talibanes ocuparían el poder sin ninguna oposición.
¿Por qué a nadie le dan pena los niños que mueren en Afganistán? Porque el PP también está comprometido en esa otra guerra, otra más, mientras decidimos quién será alcalde de Calatayud.
Si (
No(
