Después de unos primeros días de sorpresa y enfrentamientos entre los dos candidatos y sus compañeros más fieles,
Trinidad Jiménez y
Tomás Gómez, parece que las aguas vuelven a los cauces de la normalidad y de la coherencia. Uno y otra están ya totalmente de acuerdo que no son enemigos entre sí, sido adversarios del PP y de su candidata, Esperanza Aguirre. Y que de lo que se trata es de relevar al PP y a su presidenta, sea quien sea el vencedor en las elecciones primarias de octubre.
El secretario general del PSM, Tomás Gómez, se ha manifestado convencido de que quien triunfe en la batalla de Madrid en las primarias socialistas de octubre ganará las elecciones autonómicas de 2011 frente a
Esperanza Aguirre. El enfrentamiento político entre Gómez y la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, no es lo importante para el secretario general ya que "el rival a batir en Madrid es el PP". En las primarias, "el partido va a estar a piñón con quien salga", dijo Gómez a la cadena Ser, tras proclamar que si él se impone en las primarias, "no pierde
Zapatero, pierde el Partido Popular". La decisión de presentar su candidatura, dijo también, responde a "la coherencia" y no a una decisión personal. Según Gómez, es una decisión "colectiva", la culminación de un proyecto de tres años tras alcanzar la dirección de los socialistas madrileños. Con su enfrentamiento en las primarias con Jiménez, "no se produce una escisión interna en el partido, sino una grieta en el PP, porque van a perder las elecciones".
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Gómez recalcó que los militantes del PSOE madrileño no son "menos que el PSC o que los socialistas andaluces" y quieren tomar sus propias decisiones, en este caso sobre sus candidatos electorales, porque van a ser "las mejores decisiones". "Los militantes, que son ciudadanos, elegirán lo mejor para el partido y la Comunidad de Madrid", ha dicho Gómez. "Lo que quiero es el apoyo de los militantes.
No sé si tengo apoyo de arriba, pero el PSOE es un partido democrático. Las decisiones se toman de abajo a arriba, no como en Génova", ha dicho Gómez.
El secretario general del PSM se reafirmó en que el presidente de su partido, el vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial,
Manuel Chaves, no le pidió, en la reunión que mantuvieron el pasado 15 de julio, que renunciara a la candidatura porque
Trinidad Jiménez tenía más posibilidades de ganar a Esperanza Aguirre en las autonómicas de 2011. En aquel encuentro, hablaron de una encuesta del CIS que revelaba que el 65% de los madrileños desaprobaba la gestión de Esperanza Aguirre, pero "ni nombres ni apellidos ni candidaturas ni expectativas personales de absolutamente nadie". Por su parte, Chaves, mostraba anoche su respeto por el manifiesto que han firmado 106 líderes de agrupaciones madrileñas a favor de la candidatura de Tomás Gómez para presidir la Comunidad de Madrid, pero ha recordado que el voto en las primarias del PSOE es "individual y secreto". "Están en su derecho para presentar el manifiesto, pero recuero que en las primarias no votan las agrupaciones", aseguró Chaves.
Sorprende, a estas alturas, el silencio del PP y de Aguirre, que se supone que preparan una respuesta contundente a la ofensiva socialista. Hasta el momento, sólo Granados pretendió descalificar a Trinidad Jiménez con tres argumentos: su chaqueta de cuero, su derrota en Madrid y el pan contra la
presunta epidemia de virus N1H1. Por el contrario, Gallardón sorprendía al reclamar juego limpio en la campaña, y recordaba la limpieza de la actuación de Jiménez cuando fue su adversaria. Pero esto no puede quedar así, y es previsible que Aguirre, que sólo ha hablado por voz de algunos de sus fieles y
medios, regrese en cualquier instante de sus vacaciones y arremeta sin piedad. En el PP saben que se juegan muchísimo: no sólo porque es Madrid, sino porque sería una derrota "insoportable" ante las generales del año siguiente...
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