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La coronación de Solana

La coronación de Solana

viernes 18 de mayo de 2007, 21:12h
En el mismo momento en el que Nicolás Sarkozy, convertido según alguna prensa refiere, en el nuevo Napoleón, constituía su gobierno con no pocas sorpresas, alguna procedente de la izquierda como el nuevo Ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, el famoso fundador de Médicos sin Fronteras, y el nuevo Secretario de Estado de Asuntos Europeos el también socialista, Jean Pierre Jouyet, en ese mismo momento se producía en la vieja capital del Imperio de Carlomagno -Aquisgran-, en el mismo lugar en el que aquel fue coronado como Emperador, la entrega del Premio de su nombre al español Francisco Javier Solana de Madariaga. El Premio Carlomagno fue instituido por un comerciante de Aquisgran, Kart Pfeiffer, para distinguir a la personalidad que más hubiera destacado en favorecer la integración y la Unión Europea.

El primero que recibió este Premio en 1950 fue el famoso Richard Coudenhove Kalergi, el gran creador del movimiento Paneuropa que huido de Hitler se tragó la tierra virtualmente la II Guerra Mundial, pero que todavía entonces ayudó a que los Estados Unidos de América que le acogieran –Universidad de Nueva York- comprendiera el empeño de los europeos en construir los Estados Unidos de Europa y viera allí nacer el primer proyecto constitucional de Europa, obra protagonizada en el exilio americano por el Ministro de Justicia de la II Republica, Fernando de los Ríos.

Años después, en 1973, otro español, Salvador de Madariaga, recibiría como primer español el Premio Carlomagno en justo mérito a su gran labor europeísta en la que ya destacara en el importante Congreso de la Haya de 1948, en el que llevó el peso de la Sección Cultural. Alguien ha dicho con razón que en aquel Congreso se hizo todo, es decir en él se planeó toda la construcción europea.

La segunda personalidad española distinguida con el Premio Carlomagno fue Juan Carlos I Rey de España, precisamente en 1982 cuando ya era un éxito la instauración de la democracia en España y estaba virtualmente trazado el camino que nos conduciría en 1985 a la firma del Tratado España/Comunidades Europeas.

La tercera personalidad española distinguida con este importante Premio, por otra parte concedido en diversos años a Monnet, Adenauer, Churchill, Spaak, Schuman, Kohl, Delors, Blair, Clinton o Juan Pablo II, fue al Presidente del Gobierno Español Felipe González Márquez, a quien la Unión Europea no solo reconoció su habilidad para cerrar el Tratado de Adhesión de España con las Comunidades, sino y sobretodo, el magnifico papel realizado en el desarrollo tan ambicioso de la Década 1983 a 1993 y en concreto a su importante colaboración en el Tratado de la Unión o Tratado de Maastricht.

Ahora, este año 2007 se concede el Premio a una cuarta personalidad española, Javier Solana Madariaga, sobrino nieto de Salvador de Madariaga, amigo personal y estrecho colaborador de Felipe González, Ministro de Cultura y Educación, y de Asuntos Exteriores, Secretario de la OTAN desde 1995 a 1999 y desde entonces verdadero encargado de la Política Exterior y de Defensa de la Unión Europea. Los Reyes han asistido el pasado jueves 13 de mayo, a la brillante ceremonia de la Catedral de Aquisgran y de la Sala de Coronación del Ayuntamiento de esta histórica ciudad.

En su discurso Solana, calificado por el anterior ganador el Primer Ministro de Luxemburgo, Jean Claude Junker, como arquitecto de la paz, la estabilidad y la democracia, ha dicho que hay que acabar con la estéril crisis institucional de la Unión Europea, que la Política Internacional solo se puede hacer desde plataformas continentales y que en este mismo año 2007 hay que cerrar la reforma institucional de la Unión Europea. “Tenemos la capacidad, pongamos la voluntad política, hagámoslo realidad”. En realidad Solana impulsa el Tratado Constitucional, empeño dirigido por Ángela Merkel, tal como el mismo Solana reconociera en su discurso, y en ese Tratado se creará la figura de Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, cargo sin duda destinado a este político y diplomático español, europeo y universal. Por eso Solana en Aquisgran no solo ha recibido el Premio Carlomagno sino también la consagración europea como primer Ministro de Exteriores, verdaderamente merecida, en su continuo y constante esfuerzo por hacer más influyente, más sólida y más presente la Unión Europea.
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