www.diariocritico.com

La cuenta atrás

sábado 21 de agosto de 2010, 19:02h
   Las  vacaciones huelen a despedida y, poco a poco, las ciudades van recobrando los bríos de lo cotidiano. Las aceras están menos desiertas y es más complicado encontrar aparcamiento. Para que no nos despistemos, los grandes almacenes anuncian la vuelta al cole. Sin remedio ha comenzado la cuenta atrás. En nada, los días de descanso serán recuerdo, para adentrarnos en un otoño que promete ser, en lo político, muy laberíntico. Es verdad que eso del "otoño caliente" suena a frase hecha. La hemos repetido año tras año con razón o sin ella. En esta ocasión, me quedo con la acepción de "laberíntico" porque son tantos los frentes abiertos que, visto así, desde una cierta distancia, una cree que para el Gobierno, y de manera especial para su Presidente que es el que tiene la primera y última palabra, las próximas semanas van ser un juego de espejos.

   La cuenta atrás ha comenzado para tratar de sacar adelante unos Presupuestos que nos pueden deparar más de una sorpresa. No hay que extrañarse dados los vaivenes, los digo y no digo, del Gobierno. Y no hay que extrañarse porque, además, ahí están los grupos más pequeños a la espera de ser llamados para lograr la mayoría necesaria. El PNV ultima su estrategia, sabedor de ser un socio apetecible para el Gobierno. Los nacionalistas vascos quieren una negociación política y desde el PSOE algunos recuerdan que ahora de lo que se trata es de números y "de eso hay que hablar".

   Estas negociaciones, con el PNV y con otros grupos, van a tener como telón de fondo las elecciones catalanas, que serán en cualquiera de los dos últimos domingos de noviembre. Esta cita electoral condiciona desde ahora mismo algunas actitudes y decisiones del Gobierno y ponen a todos en guardia. No es una cuestión menor quien vaya a gobernar en Cataluña. Las encuestas indican que Montilla, poco a poco, debe ir preparándose para la despedida. Ahora de lo que se trata es que esa despedida sea lo más suave posible, de ahí la rapidez con la que el Ejecutivo ha decidido "rescatar" el Estatuto tras la sentencia del Constitucional y como se ha afanado en poner en marcha el mecanismo para nuevos traspasos a la autonomía catalana.

   De momento, quien tiene trabajo es el ministro de Justicia, que tiene que poner negro sobre blanco  los famosos Consejos Judiciales que Cataluña reclama y que es dudoso que en cualquier momento no salgan otros diciendo que ellos también. A Camps se le puede ocurrir hacer valer la cláusula que lleva su nombre y si Cataluña tiene Consejo Judicial, ¿por qué no Valencia? Es obvio que el Ejecutivo quiere "ponerse al día" con Cataluña. No hay más que leer la prensa catalana para calibrar hasta que punto el Gobierno ha entrado ya en campaña. CiU, virtual triunfador de los comicios, no mueve una ceja y mide con extremo cuidado sus movimientos. Lo único seguro y no es poco es que no van a apoyar los Presupuestos.

   De este ambiente electoral, que en cuestión de días respiraremos ya sin disimulo, no nos vamos a librar en muchos meses, ya que a la vuelta de Navidades todos andarán boca abajo con las elecciones municipales y forales. Y todo ello sin pasar por alto la convocatoria de huelga general, prevista para el día 29 de Setiembre. Algunos miembros del Gobierno se temen que vaya a ser algo más que una "huelguita". "Hay mucha gente muy enfadada", reconocen. Con este calendario por delante, con una situación económica instalada en la crisis y con el test catalán, ya hay elementos bastantes para hablar de laberinto.

   Y así, en este laberinto, el Presidente tendrá que decidir sobre su muy personal laberinto de volver a ser o no candidato. En realidad, esta es la cuenta atrás que más crónicas y especulaciones va a generar; es la decisión que tiene en un ¡ay¡ al PSOE, porque aún cuando en público todos dan por seguro que "José Luis será el candidato porque es el mejor", mientras el interesado no se pronuncie, los pronunciamientos ajenos carecen de importancia, entre otras razones porque será una decisión que el Presidente tome en la más absoluta de las soledades o, para ser más exactos, en la más absoluta de las intimidades.

   El PP este apartado lo tiene resuelto con Mariano Rajoy; pero como principal partido de Oposición, lo que haga y diga en los próximos meses será definitivo para que los ciudadanos le perciban como partido ganador, tal y como por el momento indican las encuestas. Rajoy no tiene más laberinto que ganar las elecciones. Si eso no ocurriera, su laberinto tiene fácil salida: irse y dejar el testigo a otro.

   La cuenta atrás ha comenzado para todos. Para los responsables políticos, para las muchas empresas dispuestas a realizar un último esfuerzo, para aquellos que no decaen en la esperanza de encontrar un empleo y en general para todos los ciudadanos que tendremos que ser testigos exigentes de lo que ocurra.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios