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Zapatero reaviva el debate de la reforma fiscal

El margen del Gobierno: qué impuestos se pueden subir

El margen del Gobierno: qué impuestos se pueden subir

lunes 30 de agosto de 2010, 14:28h
A pesar de lo que niega, el Ministerio de Economía y Hacienda lleva meses haciendo ya estimaciones sobre el impacto de elevar distintos tributos, ya que es la única vía, además de la de recortar gastos, para equilibrar en lo posible las cuentas. Son ocho impuestos, por otra parte los existentes en la tributación española. Los que tienen más papeletas para su incremento son Especiales, el IRPF, como acaba de sugerir el presidente del Gobierno, y Patrimonio.

En el caso de Impuestos Especiales, como recordaba hace unos días Ignacio Fernández Toxo, el secretrario de Comisiones Obreras, se da ya casi por descontado que subirá el gravamen de varios de estos impuestos. Y es que la Dirección General de Tributos, que dirige Salgado, analiza ya el efecto de incrementar los que gravan el consumo de hidrocarburos, tabaco o alcohol. En el caso de los hidrocarburos y el tabaco ya se elevaron el pasado junio.

Sobre el IRPF, se plantea un "castigo" en el tramo más alto del tributo, lo que casa con la idea de gravar las rentas más elevadas, como recuerdan periódicamente los ministros Celestino Corbacho, José Blanco y el propio presidente de Gobierno este lunes en Pekín. Actualmente, el tipo máximo está en el 43%, tope que se estudia elevar en dos puntos, hasta el 45%. Hay expertos que piden incluso elevarlo hasta el 50% para que el impacto recaudatorio sea suficiente, pues permitiría ingresar 2.500 millones más.

Están también en el punto de mira algunas de las deducciones fiscales del Impuesto de la Renta, como la cuenta ahorro vivienda. Se trataría de una subida real del impuesto: ya pasó cuando se eliminó el cheque de 400 euros. El criterio podría ser eliminar o reducir estas ventajas fiscales para que sean aplicables sólo a las rentas bajas. El problema es que para el PSOE ese umbral entre ricos y no ricos se sitúa en 24.000 euros, como mostró en la reforma de las desgravaciones por vivienda.

En cuanto a Patrimonio, los planes del Ejecutivo pueden pasar por recuperar esta tasa, que desapareció en el año 2008. Técnicamente, este tributo sigue vivo pues, en vez de eliminarlo, Hacienda lo bonificó al 100%, dejando abierta la puerta para resucitarlo cuando sea necesario. El impacto sería como mucho de 1.800 millones (que fue la recaudación máxima de este tributo, pero con la caída actual del valor de los inmuebles sería difícil alcanzar esos ingresos). Este importe, además, iría a parar a las arcas autonómicas, sumidas en un déficit histórico. Salgado ya alertó a principios de año de que fue un error eliminarlo.

El Instituto de Estudios Fiscales ha dibujado un nuevo escenario tributario con un tipo mínimo para el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que ha trasladado al Ministerio de Economía. En manos de Zapatero está la decisión, pero datos técnicos no le faltan. La recaudación daría un balón de oxígeno para los Ejecutivos regionales. Esta idea ya rondó por la cabeza del Gobierno en enero de 2009, pero finalmente el ex vicepresidente Solbes aparcó la reaparición de Sucesiones para evitar un bloqueo de la reforma de la financiación regional, un problema que ya no existe. Eso no evita un importante obstáculo: las autonomías han centrado en este tributo su carrera de rebajas fiscales.

En cuanto a las empresas, no se descartan siquiera los tributos a las grandes empresas, además de subir Sociedades. Es más: Zapatero está estudiando imponer a las compañías la creación un fondo para despidos como el austriaco, lo que supone elevar sus pagos a las arcas estatales. Aquí entrarían también las Sociedades de Inversión Colectiva de Capital Variable, las famosas Sicavs, que son usadas por los grandes patrimonios. Gozan de un régimen de tributación privilegiado, al pagar sólo el 1% de sus beneficios en el Impuesto de Sociedades. Algunos cálculos privados estiman que la opción podría ser elevar el tipo del 1% al 5%, lo que elevaría los ingresos en 1.350 millones, pero también señalan el efecto de huida de capitales a los paraísos fiscales que generaría la subida.

Por último, y sobre los impuestos verdes, las ecotasas, la propia ministra de Economía, Elena Salgado, no se ha mostrado partidaria de ello, e incluso desapareció del proyecto de Ley de Economía Sostenible.

Bruselas, al tanto

El caso es que a Bruselas, metida ya de lleno en su papel de controlador de las políticas económicas de los países miembros, e incluso hacedor de ellas, no le disgustan las subidas.

Así, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, defiende una subida de impuestos en España, porque la presión fiscal es más baja de las necesidades que hay que financiar."¡Claro que hay que subir los impuestos! En los países en los que la presión fiscal es más baja que las necesidades que se quieren financiar, hay que aumentar los impuestos", así de contundente se ha mostrado Almunia en una entrevista publicada este mes por la revista Vanity Fair.

El comisario de Competencia defiende que hay que hacer una reflexión sobre el Estado del Bienestar. "Va a sobrevivir, pero no va a ser el mismo que había a finales del siglo XX. Sobrevivirá en la medida en que exista una base sólida de crecimiento económico, se sepan asignar bien las prioridades y se mejore la eficiencia de los recursos públicos. Los ciudadanos que ya pagan muchos impuestos no van a consentir políticas en las que se despilfarra dinero público", explica.

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