Rusia, considerada una de las despensas del mundo, ha sufrido este año una ola de calor sin precedentes que acabó con la cuarta parte de los cultivos de cereales de este país. La escasez de esta materia prima va a tener su reflejo en la subida de los productos derivados de ella, como el pan, un alimento básico con gran peso en el cálculo de la inflación.
La ola de calor rusa empujó al Gobierno a anunciar el pasado 5 de agosto la suspensión de las exportaciones de trigo, centeno, cebada y maíz. La decisión ya ha tenido efectos inmediatos: el aumento registrado en los precios del trigo a nivel internacional provocó que los precios internacionales de los alimentos subieran un 5% en agosto, lo que supone el mayor incremento mensual desde noviembre de 2009 y situó el indicador de precios de los alimentos de la FAO en su nivel más alto desde septiembre de 2008.
Son datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, que señalan que el Índice de Precios de los Alimentos de la FAO (FFPI, por sus siglas en inglés) tuvo un promedio de 176 puntos en agosto, casi nueve puntos más que en julio, su valor más alto desde septiembre de 2008, si bien todavía es un 38% inferior al máximo de junio de 2008.
"El aumento del FFPI reflejó fundamentalmente el súbito y acentuado incremento en los precios internacionales del trigo tras la sequía en Rusia y las consiguientes restricciones del país a las ventas de trigo. Sin embargo, el aumento en los precios del azúcar y las semillas oleaginosas también tuvieron su influencia", señala la agencia de la ONU.
Menos producción
Asimismo, la actualización del informe de la FAO constata un descenso de 41 millones de toneladas en la previsión de la producción mundial de cereales, pasando de los 2.279 millones en junio a 2.238 millones. Sin embargo, la FAO precisa que "aún con este descenso, la producción mundial de cereales en 2010 sería la tercera mayor de la historia y estaría por encima de la media de los últimos cinco años".
En concreto, la agencia de la ONU estima una producción total de trigo en 2010 de 646 millones de toneladas, un 5% menor que en 2009, pero la tercera más elevada hasta la fecha, lo que supone una revisión a la baja desde su anterior pronóstico como consecuencia del recorte en la estimación de la cosecha de este año en Rusia, contrarrestando así las buenas previsiones para los cultivos de diversos países, entre los que se incluyen Estados Unidos y China.
También se ha corregido a la baja la previsión para las reservas finales mundiales de trigo en 2011, que serán de 181 millones de toneladas, un 9% menor que sus niveles en los últimos 8 años.
Más alimentos
Además,la previsión para la producción mundial de arroz en 2010 también ha sido revisada a la baja y actualmente asciende a 467 millones de toneladas, 5 millones por debajo de la de junio de 2010 pero todavía un 3% mayor que en 2009, lo que aún supondría un récord histórico.
Además, la producción mundial de cereales secundarios alcanza los 1.125 millones de toneladas, 6 millones por debajo de la última previsión, pero ligeramente mayor que en 2009 y la segunda más elevada hasta la fecha.
De hecho, la producción de maíz se encamina hacia un récord absoluto de 845 millones de toneladas y se esperan cosechas históricas en China y Estados Unidos, si bien se prevé que la producción mundial de cebada disminuya un 22% hasta alcanzar en 2010 el mínimo en los últimos 30 años, con tan solo 129 millones de toneladas.
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