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Los dos últimos disidentes liberados por el Gobierno cubano Víctor Arroyo Carmona y Claro Sánchez Altarriba, llegaron a Madrid, acompañados por varios familiares.
Víctor Arroyo arribó al aeropuerto madrileño de Barajas a las 13:50 hora local en un vuelo de Iberia, acompañado de otras seis personas, y Claro Sánchez voló a la capital española en un avión de Air Europa, que aterrizó a las 14:31 hora local, junto, al menos, cuatro familiares, informaron a Efe fuentes aeroportuarias.
Los periodistas independientes fueron recibidos en la Sala de Autoridades del aeropuerto de Barajas por personal del servicio de atención psicosocial de Cruz Roja, que se encargará de trasladarlos a un hostal madrileño, donde pasarán sus primeros días en España.
Sánchez y Arroyo cumplían condenas de 15 y 26 años de cárcel, respectivamente.
Con la llegada a Madrid de ambos ya son treinta los prisioneros políticos liberados en el marco del proceso de diálogo abierto en mayo pasado entre el Gobierno del general Raúl Castro y la alta jerarquía de la Iglesia católica de Cuba, con el apoyo del Ejecutivo de Madrid.