Gobierno trabaja en la ‘Seguridad Democrática’ de la era Santos

Sin embargo, el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, anunció que actualmente el Gobierno trabaja en la Política Integral de Seguridad, que será presentada a la opinión pública a finales septiembre, y que guiará el accionar de las Fuerzas Militares frente a las organizaciones criminales durante la gestión de Santos.

"En la tarde de hoy vamos a tener una reunión con el señor Presidente para revisar el borrador de esta política y será anunciada a la opinión pública en los próximos días", aseguró Rivera, quien agregó que junto con los altos mandos militares y con las autoridades del Ministerio de Defensa, “se están evaluando las consecuencias que tendría su implementación”.

Esta nueva política corresponde a la de Seguridad Democrática, que fue formulada por el Gobierno anterior de Álvaro Uribe, y se diferenciará de ésta en tres aspectos: la creación de estrategias para contar con la colaboración activa de la ciudadanía y la Comunidad internacional, y un mayor enfoque en la protección de las áreas urbanas, que en los últimos años han mostrado un florecimiento de la delincuencia común y organizada.

"Vamos a tener un trabajo de análisis crítico que nos permita la formulación de ese nuevo plan de guerra (...) Lo que hay hasta ahora es un trabajo muy intenso, muy serio de evaluación de todo lo que ha sido esta política durante los últimos 8 años, de la capacidad de nuestras Fuerzas Militares y de los que ha sido la ofensiva contra las organizaciones criminales", afirmó el ministro Rivera.

Así mismo, se plantearán estrategias de intensificación en las actividades de las Fuerzas Militares, y se crearán nuevas tácticas de ofensiva frente a las bandas ilegales. "Estamos trabajando para que nuestras Fuerzas Militares y de Policía intensifiquen su actividad, que los ciudadanos nos ayuden más denunciando, colaborando con las autoridades y que la Comunidad Internacional también nos apoye en esta lucha", expresó el funcionario.

En los últimos meses, el Gobierno ha enfrentado una ola de recrudecimiento de la violencia en las zonas rurales, en donde en el último mes las FARC y el ELN han emboscado varias tropas de uniformados, dejando como saldo trágico la muerte de cerca de 30 soldados y policías. Así mismo, en áreas urbanas de Medellín como las comunas (zonas deprimidas ubicadas en las laderas que rodean a la ciudad), las bandas delincuenciales se han fortalecido durante los últimos meses, originando graves enfrentamientos que desde enero del presente año ya han dejado 1250 muertos (que en algunos casos han sido usados como escudos humanos en medio de los enfrentamientos) y han desplazado a 2266 personas.