De entre los muchos rostros de la actualidad, elegimos tres para este “correo sin respuesta”: la reforma de las pensiones, la reducción del número de liberados sindicales, y la protección de los niños en los viajes en automóvil.
Primero.- El presidente
Rodríguez Zapatero ha dicho ayer, en el Foro de Oslo, que, después de la reforma laboral, es necesario abordar, y con urgencia, la reforma de las pensiones. “No será fácil -ha dicho- pero es necesaria; hay que actuar y vamos a actuar”… Es razonable que, ante el desequilibrio entre el número de cotizantes y la población pasiva, se tengan que hacer cálculos y adoptar nuevos planteamientos. Pero eso nunca se debe plantear considerando al pensionista, al jubilado, como a alguien al que le ha tocado la lotería, o que es una especie protegida por el papá Estado. Lo que recibe un pensionista es, por lo general, mucho menos de lo que aportó en su vida laboral, y él (el trabajador que se jubila) es el empresario de unos derechos que, en cotizaciones, depositó a la garantía de la Administración. Por tanto, que se hagan las cosas bien, con luz y taquígrafos, en un ambiente de consenso político, y que no se
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vuelva a sacar en procesión el fantasma de que si no votas a tal o cual partido, te van a reducir la exigua pensión que te han asignado. Por favor, un poco de respeto, y que nadie hunda el cuchillo de la demagogia en las fatigadas espaldas de quienes lo han dado todo. Y que los políticos comiencen por dar ejemplo, renunciando a sus privilegios de pensión máxima y vitalicia por dos legislaturas cotizadas, y cotizadas por el propio Estado ya que ellos están exentos de pagar.
Segundo.- La presidenta de la Comunidad de Madrid,
Esperanza Aguirre, ha puesto sobre la mesa una propuesta para reducir el número de sindicalistas liberados en la administración autonómica. No se trata de menoscabar derechos sindicales, sino de poner las cosas en su sitio. En la sanidad madrileña -sólo en la Sanidad- hay 918 sindicalistas liberados, y Esperanza Aguirre propone que con 90 están garantizados , y bien garantizados, los derechos de representación. Es una propuesta valiente, también una propuesta provocadora en vísperas de la huelga general. Pero, cuando menos, debe ser tenida en cuenta en otras comunidades y en otras administraciones.
Y tercero.- En los meses de julio y agosto, y en España, han fallecido en accidentes de tráfico 23 niños menores de 14 años, de los cuales la mitad no llevaba ni el cinturón de seguridad ni cualquier otro dispositivo obligatorio para que un bebé viaje en un automóvil. Es el doble de las víctimas, de ese mismo segmento de edad, en los mismos meses del año anterior. Bien está que los padres no fumen en el coche cuando viajan con sus hijos menores, como pretende lograr (amenazando con sanciones) el gobierno de Euzkadi, pero más importante y más urgente es que los padres cumplan unas leyes que, en España, ya existen.
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