"El símbolo del terror en Colombia ha caído", enfatizó Santos a la prensa en la sede de la ONU, donde participa en la Asamblea General.
Briceño murió en una operación militar la noche del lunes al martes, aclaró Santos, que dijo que había autorizado personalmente el ataque.
El líder murió en el municipio de La Macarena, departamento de Meta (centro), junto a una veintena de guerrilleros, entre los cuales podrían haber otras importantes figuras de la guerrilla, agregó.
"Habíamos anunciado (ante) esos ataques terroristas que se habían hecho en los últimos días que habría una Operación Bienvenida, y esta es la Operación Bienvenida a las FARC", enfatizó el mandatario.
Santos, de 58 años, asumió el mes pasado su cargo, tras lo cual la guerrilla FARC realizó varios ataques en diversos puntos del país en signo de desafío.
El presidente colombiano explicó que participaron en el ataque unos 30 aviones y 26 helicópteros, en una operación conjunta del ejército y la policía.
"Esa operación fue acabada de planear el fin de semana pasada, y antes de tomar el avión (hacia Nueva York) me reuní con el ministro de Defensa y comandantes y autoricé" el ataque, reveló Santos.
"Al resto de las FARC decirles que vamos a por ellos, que no vamos a bajar la guardia", añadió.
Las fuerzas armadas habían lanzado desde principios del año la búsqueda de Briceño, reconocido como jefe militar de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxista), pero hasta ahora no habían tenido éxito.
En marzo de 2008 el Ejército colombiano mató al segundo en la cadena de mando, Raúl Reyes, en un ataque en territorio ecuatoriano fronterizo que provocó una grave crisis con ese país.
La muerte de Briceño "yo diría que es más importante que el golpe a Raúl (Reyes), porque este es el símbolo del terror que tanto daño le ha hecho a nuestro país", dijo Santos.
FARC lleva 46 años de lucha armada contra el estado colombiano, y actualmente contaría con unos 8.000 combatientes, según el Ministerio de Defensa colombiano.
Santos, que tiene una cargada agenda de entrevistas en Nueva York, entre ellas una con el presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró que había recibido "felicitaciones de muchos mandatarios" en la sede de la ONU pocos minutos después de la noticia.
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