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Cristina ante la ONU

La Presidenta propuso a Irán juzgar a los terroristas de la AMIA en un tercer país

La Presidenta propuso a Irán juzgar a los terroristas de la AMIA en un tercer país

viernes 24 de septiembre de 2010, 22:50h
La presidenta Cristina Fernández al hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, ofreció a la República Islámica de Irán que elija, de común acuerdo, un tercer país para llevar adelante el juicio a los ciudadanos iraníes cuya extradición la Argentina pidió tres veces, por la voladura de la sede de la Amia en el año 1994.

Efectuó tal ofrecimiento ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde habló por espacio de 27 minutos, y tuvo como puntos destacados, además, una propuesta para reformular el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas así como también los organismos multilaterales de crédito, al tiempo que reiteró el reclamo por la soberanía argentina de las Islas Malvinas.

Respecto del caso Amia recordó que la extradición a los ciudadanos iraníes había sido solicitada, ante la Asamblea General en tres oportunidad y agregó: “no voy a volver a reclamar por cuarta vez lo que, evidentemente, no va a tener resultado”.

Por ello ofreció a la República Islámica de Irán que acceda, si no confía en la justicia argentina por alegar que hay prejuzgamiento y no va a haber neutralidad, que “se elija de común acuerdo un tercer país donde las garantías del debido proceso estén vigentes. Puede haber observadores internacionales, delegados de las Naciones Unidas, para llevar adelante el juicio por lo que constituyó un terrible atentado a la mutual judía, que no lo consideramos un atentado contra una comunidad, o una religión; para nosotros es un atentado a todos los argentinos”.

Expresó que existen antecedentes internacionales en tal sentido, y mencionó en tal sentido el caso Lockerbie, “un juicio en un tercer país, neutral, que permita garantizar a no ser juzgados con imparcialidad” y aclaró: “La Argentina no busca culpables, la Argentina lo único que demanda es justicia y que, finalmente, si alguien ha cometido un delito de esta magnitud, sea castigado” y sostuvo que este ofrecimiento es para “terminar con las excusas” y también “las coartadas de sostener que no van a poder ser sometidos a un juicio imparcial

La Presidenta también señaló que viene a reclamar ante Naciones Unidas “una vez más por nuestros derechos soberanos en las islas Malvinas”, señalando que “no es un reclamo de carácter histórico, es de carácter absolutamente presente. El Reino Unido se niega, sistemáticamente a cumplir las resoluciones de este cuerpo para entablar negociaciones con la Argentina en materia de soberanía. Ahora –agregó- han tomado una decisión unilateral, de explotación de hirocarburos”, dijo y advirtió sobre “la depredación de los recursos naturales que nos son propios. Es impensable que pueda sostener un planteo de soberanía en un territorio que está a catorce mil kilómetros, con una población trasplantada”, frente a “una plataforma continental que geográfica, geológica e históricamente pertenece a la Argentina”.

Expresó que British Petroleum “ha protagonizado frente a las costas del Golfo (de México) una catástrofe ecológica sin precedentes” y ahora “la falta de control de nuestro país sobre lo que está haciendo en las Malvinas no sólo nos moviliza en defensa del recurso, sino la prevención ante una catástrofe ecológica por la falta total de control”.

Ello, explicó la Presidenta que esto “tiene mucho que ver con la seguridad, uno de los problemas centrales en este mundo globalizado”.

Seguidamente propuso reformular el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas “acorde con los tiempos que corren”, recordando que Inglaterra como otros países “tienen un sillón permanente y hacen uso y abuso de esa posición”, señalando que “las resoluciones que dicta este organismo solamente son aplicados a aquellos países que no tienen el poder y el derecho de estar en el sillón permanente”.

Sostuvo que esa reformulación es una necesidad porque el Consejo de Seguridad “no ha podido preservar la paz ni la seguridad internacional”, y explicó que ha cambiado el escenario internacional desde que se constituyó, en un mundo bipolar. “Este mundo ya no existe; quienes antes eran enemigos irreconciliables hoy son aliados, asociados o como quieran llamarle” y agregó que el organismo multilateral “ha perdido funcionalidad” y no se compadece “con los peligros del mundo”.

Expresó además que los países que están en el Consejo de Seguridad hacen “uso y abuso de esa posición dominante” y algunos “desencadenan conflictos que luego no pueden ser reencauzados por ese Consejo” y agregó: “El caso Malvinas es muy demostrativo; pueden hacer lo que hacen porque nadie les impone cumplir las resoluciones porque están en Consejo” y además son socios en la OTAN".

Este doble estándar, explicó Cristina Fernández obliga a que “los únicos que deben cumplir son los países en desarrollo” mientras ellos “pueden violar el sistema del organismo” y por ello “no habrá posibilidad de construcción de paz y menos de preservación de la seguridad”.

En otro momento de su discurso ante el pleno de la asamblea de la ONU, la Presidenta propuso “una fuerte reforma de los organismo multilaterales de crédito que han fracasado en su misión fundamental de mantener la economía estable a nivel mundial que genere empleo”.

Sostuvo que es urgente “una legislación global en materia de fondos buitres, que se desplazan de un lado a otro en movimientos especulativos y golpean las economías”. Es necesaria –además, dijo- “una legislación sobre las calificadoras de riesgo, que daban un riesgo muy alto para la deuda argentina cuando en realidad la Argentina venía pagando su desde, desde 2005, sin recurrir al mercado de capitales. Sin embargo, las calificadoras de riesgo le daban una nota menor que a países que después demostraron no tener capacidad, con déficit fiscal, con escape de reservas, la contracara de lo que sucede en la Argentina”.

Es necesaria –explicó la Presidenta argentina- “una reingeniería a nivel internacional” y además “un marco teórico diferente”, señalando que el Consenso de Washington está “agotado por fracaso” pero ahora hay que modificar el rol de los bancos centrales y los estados “como instrumentos para impulsar medidas contracíclicas que aseguren la estabilidad del empleo, no solo de la moneda”.
Sostuvo que el valor de la moneda de cada país “está directamente vinculada a la posibilidad de crecimiento y distribución con equidad”, con cohesión social que de sustentabilidad al modelo que es “esencialmente político”, destacó.

Luego la Presidenta aludió al cambio climático, señalando que no se ha podido alcanzar un acuerdo porque “no se plantea una solución justa y equitativa” y agregó: “No es justo que los países en desarrollo, que a duras penas sostienen su crecimiento, que han podido superar niveles de pobreza, sean los que tengan que hacerse cargo de pasivo ambiental que históricamente es producto de países desarrollados que contaminaron durante décadas al mundo” y acotó que se tienen que establecer “metas y objetivos viables, congruentes con la necesidad de seguir creciendo económicamente”.

Cristina Fernández, en otro pasaje de su discurso ante la Asamblea General saludó la reanudación del diálogo entre el Estado de Israel y la Autoridad Palestina y expresó su anhelo que en la próxima Asamblea General de la ONU “pueda estar sentado como miembro el Estado de Palestina”, lo que constituirá una inmensa contribución a la preservación de la paz y seguridad internacional.
En la primer parte de su exposición la Presidenta brindó un detallado informe sobre lo realizado en el país para afrontar la crisis internacional. “Debemos decir que son los países en vías de desarrollo los que sostuvieron en las últimas décadas el crecimiento económico”, dijo.

La Argentina –agregó- ha sido un poco un ‘conejillo de Indias’ de lo que fueron las políticas de los 90 y fue mostrada como alumno ejemplar, mientras “llegaba a niveles de endeudamiento insoportables , no producía bienes y servicios y caída la generación del empleo, para desplomarse en la crisis de 2001, muy parecida a la de carácter financiero que ha sacudido al mundo”.

Señaló que en los últimos ocho años se ha logrado “el crecimiento de mayor importancia, el desendeudamiento como nunca se ha visto en la historia argentina”, se ha renegociado el 93 por ciento de la deuda y ha protagonizado un “crecimiento inédito, incluso en el último años, con medidas contracíclicas”, señalando que este año el crecimiento fue del nueve por ciento y se ha reducido el índice de desempleo al 7,9 por ciento. “Hemos logrado seguir disminuyendo los índices de pobreza e indigencia a límites antes nunca vistos” en el país.

Ello se debió “al manejo contracíclico de la economía” y a instrumentos como el uso de reservas del banco Central, el impulso al comercio exterior, a la producción, a la generación de puestos de empleo, que permitió que la crisis que sobrevino en 2009 no impactara en la medida que lo hubiera hecho en otro momento

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