Elecciones en Venezuela: Chávez se juega su hegemonía

La elección de este domingo constituye la primera oportunidad que tiene la oposición de regresar a los escenarios institucionales, después de su retirada en los comicios parlamentarios de 2005.

El gobierno de Hugo Chávez necesita, quizá ahora más que nunca, mantener la hegemonía legislativa para garantizar la aprobación, sin estorbos, de leyes y otras decisiones claves para que avance el proceso de transformación venezolano que está llevando a acabo Chávez desde que llegó al poder. Con una derrota en la Asamblea, el presidente va a encontrar muchos obstáculos para seguir impulsando su famoso plan del ‘socialismo del siglo XXI’.

Además, más allá de la renovación del poder legislativo, el presidente Hugo Chávez se enfrenta a su primera prueba de fuego de cara a las elecciones de 2012, ya que la jornada de este domingo representa la antesala y por tanto el barómetro de cara a las elecciones presidenciales para las que el mandatario ha informado que presentará, otra vez, su candidatura.

Sin embargo, Venezuela se encuentra en un momento de crispación que la oposición toma como su gran baza para romper con la hegemonía y poder ejercer así un contrapeso en el parlamente que permita un equilibrio a la hora de tomar decisiones. Pero la lucha por el control de la Asamblea va más allá, si la posición se hiciera con el poder, podría ‘plantar’ cara al resto de poderes, dominados por el oficialismo. Lo que está claro, es que las variaciones que se produzcan en el paisaje parlamentario van a cambiar la dinámica del quehacer político en Venezuela. 


El plan de Chávez = Operativo Willian Lara

La ‘misión’, así llama Chávez a las elecciones venezolanas de este fin de semana. El presidente está inmerso en una campaña de apoyo a sus candidatos y para ello ha ideado el ‘Operativo Willian Lara’,  que entrará en marcha a primeras horas del domingo 26. Esta estrategia busca, ni más ni menos, que hacerse con la victoria de 110 candidatos oficialistas y así conseguir una mayoría en la Asamblea. 

El plan del presidente no tienes desperdicio. Es un método ‘loco’ que se divide en diferentes fases tal y con ha explicado en su web http://www.chavez.org.ve/ y en su página de Twiter (@chavezcandanga).

Con un lenguaje militar, lleno de “comandantes, patrulleros, venceremos…”, como si de una guerra se tratase, el venezolano explica las fases de la misión chavista, que se dividen en “¡A la carga! ¡Al ataque sostenido!”, “¡Arrollamiento demoledor!”, “¡A paso redoblado!” y “¡Consolidación!”, esta última culmina con el cierre de los colegios electorales.

Y como si la locura se hubiera vuelto su compañera, también ha preparado, de manera paralela, otro plan que consiste en tomar juramento a tres mil mujeres que serán las ‘guardianas’ que ayudarán a garantizar el triunfo electoral. Además, ha advertido que ante cualquier intento por descalificar el proceso este grupo “defenderá la revolución en todos los terrenos, en todos los espacios, en todos los momentos”. Así es, mientras el resto tenemos que confiar en que el CNE -órgano que ‘garantiza’ la transparencia de las elecciones y que está formado en su mayoría por oficialistas-, Hugo Chávez se monta un dispositivo para que nada falle, para que todo siga como está y nadie le pueda arrebatar su hegemonía, como ocurrió en la única derrota que ha sufrido desde su llegada al poder en 2007 con su reforma a la Constitución.

De ganar, Chávez avanzaría en la creación de un Parlamento controlado por él mismo, que terminaría con el sistema promulgado por la Constitución. Además, tiene pendientes varias leyes, entre ellas una que prohibiría la financiación de las ONG sin permiso del Estado, permitiría la nacionalización de todas las tierras urbanas y rurales; y expropiaría las quince empresas más importantes del país. Según el Plan Nacional Simón Bolívar, el Gobierno espera que en el 2012, el 70% de la economía esté controlada por el Estado.

Así están las cosas a horas de que los venezolanos se lancen a las urnas. Desgraciadamente parece que en esta ocasión es difícil de cumplir el famoso dicho de “que gane el mejor”…