El PSOE vasco, molestísimo con el pacto Gobierno-PNV

viernes 15 de octubre de 2010, 12:01h

Los socialistas vascos andan estos días bien dolidos con Zapatero por los modos en los que se está cerrando el acuerdo presupuestario con el PNV para salvar la legislatura en Madrid y no tener que convocar unas elecciones generales anticipadas, que a buen seguro en estos momentos perdería el PSOE.

Porque la formación que lidera Patxi López, si bien está “informada” de cómo van las negociaciones y de los asuntos de los que se está hablando, ha sido absolutamente marginada de las mismas. La prueba es que entre los dirigentes que están pergeñado el acuerdo no haya habido ni un solo representante del Gobierno vasco pese a haber sido el inicial impulsor de muchas de las trasferencias cuyo 'éxito' será ahora atribuido a la formación nacionalista. Esto, evidentemente, deja en muy mal lugar a Patxi López. Pero, encima, está siendo utilizado en Vitoria por el propio PNV para vapulear y debilitar políticamente al PSE y al propio Lehendakari. De hecho, el presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, se cebó el otro día con López y aseguró en una entrevista que los socialistas vascos “están haciendo el ridículo y se han quedado descolocados por la notoriedad de la relación entre el PNV y el PSOE”. Frases duras de oir, desde luego, pero mucho más de rebatir ante el PP vasco - que da sustento al gobierno autonómico- cuyo líder, Antonio Basagoiti, también aprovecha estas circunstancias para burlarse del 'papelón' que está jugando el dirigente del PSE.

Para el colmo, la formación jeltzale ha querido escenificar su 'poderío' hasta el último momento. Ayer, jueves, fue un día especialmente agitado. Dado que el plazo para presentar las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos finaliza este viernes a las dos de la tarde, los peneuvistas apretaban las tuercas al Gobierno desde Euskadi para ver si lograban mayores cuotas de autogobierno y seguían amenazando con tumbar las cuentas de 2011. De momento, ya están cerradas 30 de las 32 transferencias que contempla el Estatuto de Guernica, salvo las políticas pasivas de empleo y el traspaso de prisiones, dos puntos en los que Zapatero no cede. Pero si podría dar su brazo a torcer, en cambio, en lo que atañe a la denominación oficial de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, por Araba, Bizcaia y Gipúzkoa, respectivamente, que es otra de las exigencias de los peneuvistas.

Además de Zapatero y Urkullu, junto con Josu Erkoreka, quienes más implicados han estado en las conversaciones ha sido el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, el portavoz parlamentario del PSOE. José Antonio Alonso.

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