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Cierre de campaña del PSE en Santurce

López pide "despreciar" en las urnas a los violentos

sábado 26 de mayo de 2007, 00:36h

El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, ha pedido el voto a aquellos que quieren dejar atrás a "la vieja Euskadi de la división y del enfrentamiento", en la que quienes gobiernan creen que el país "es suyo", al tiempo que apelaba al voto de quienes quieren "despreciar en las urnas a la violencia y a los violentos".

   Por su parte, el candidato a diputado general de Vizcaya, José Antonio Pastor, reprochó a PNV que acuse de "usurpador" a cualquiera que no sea nacionalista y ocupe un cargo "porque los ciudadanos le han votado" y aseguró que "los únicos usurpadores son los zorros que pusieron al cuidado de los gallineros de la Hacienda de Guipúzcoa".

   Durante el mitin de cierre de campaña en Santurce, Patxi López destacó que su partido ha utilizado durante estos días la palabra porque es "lo único" que legitima para hacer la política, "mientras algunos -criticó- venían a reventarnos los actos, a amenazarnos y a atacarnos". Acusó al PP de haber insultado durante la campaña a los socialistas y haber puesto "mentira sobre mentira", frente a las "propuestas y argumentos" de PSE, y reprochó a PNV que haya "aburrido con sus peleas internas y sus debates identitarios".

   Por ello, pidió el voto para su partido, "para dejar atrás la vieja Euskadi, la Euskadi del estancamiento y del choque de patrias", en la que las banderas, indicó, "ocultaban a los ciudadanos". "La vieja Euskadi de la división y del enfrentamiento, la vieja Euskadi en la que los que nos gobernaban se creían que el país era suyo y que se podían llevar a casa el dinero de los contribuyentes", prosiguió.

   López apostó por hacer posible "la nueva Euskadi social, del bienestar, de la paz, de la libertad y de la convivencia democrática" y pidió de nuevo el voto, "no para destruir al adversario, sino para construir un país entre todos". En este sentido, criticó a quienes cierran el paso, dividen y "dan la espalda", y abogó por "abrir las puertas" a la ciudadanía vasca, "sumar a todos y a todas en un proyecto común" y "tender la mano a todo el mundo".

   Asimismo, añadió que su partido no empleará los votos de los ciudadanos para levantar trincheras, sino "para construir puentes" y "servir a los demás", y animó a votar a PSE a toda la gente de izquierdas y "a quienes quieren que Vizcaya y la Diputación abandone la prepotencia y vuelva al diálogo y a preocuparse por las personas". "Pido su voto a las gentes de izquierdas que Javier Madrazo ha dejado huérfanas al convertirse en una opción nacionalista e independentista", agregó.

   También apeló a quienes creen que en política no vale la mentira, no hay sitio para los corruptos y no se dejan llevar por el "derrotismo", así como a aquellos que creen "que la paz es posible y creen en un futuro en paz" y pidió el voto "a los que quieren despreciar en las urnas a la violencia y a los violentos".

La fuerza de los votos

   Por su parte, el candidato a diputado general de Vizcaya, José Antonio Pastor, aseguró que el voto de los ciudadanos "puede" y "vale mucho" porque los votos "ponen a los dirigentes políticos en su sitio y los quitan", y defendió que las papeletas "son el verdadero poder de este país".

   Además, criticó la gestión de los nacionalistas al frente de las instituciones y les acusó de creer "que este país le pertenece, es suyo, de su propiedad". Tras reprochar a esta formación que acuse de "usurpador" a "cualquiera que no sea nacionalista y ocupe un cargo porque los ciudadanos le han votado", aseguró que "los únicos usurpadores son los zorros que pusieron al cuidado de los gallineros de la Hacienda de Guipúzcoa". "De momento ha pasado en Guipúzcoa, aquí en Vizcaya ya veremos", advirtió.

   Para Pastor, en la Diputación de Guipúzcoa se ha producido "un hecho gravísimo", que quiso considerar "excepcional", aunque lamentó que la "prepotencia" del PNV no sea algo excepcional, "sino cotidiano en todos los ámbitos de la vida pública". En este sentido, censuró que les interese mandar y lo consideren "una especie de derecho natural, algo que les corresponde desde que se sacaron el carné en el batzoki".

   El candidato a diputado general señaló que "ese carné" vale en Euskadi "como varios títulos universitarios juntos" y lamentó que su posesión exima "en muchos sitios de muchas obligaciones a mucha gente", sobre todo, prosiguió, "las de dar cuenta pública de sus actuaciones". "El carné del PNV permite que a uno le perdonen más cosas", subrayó, para criticar que los nacionalistas "boicotean" aquello que no dirigen o controlan "a su antojo".

   Por todo ello, les acusó de mentir "de la forma más miserable" al prometer que construirían "miles de viviendas" con el Plan foral y les reprochó que critiquen la política urbanística del Ayuntamiento de Santurtzi, gobernado por PSE y PP, mientras en Basauri, gobernado por PNV, "tienen una especie de pequeña Marbella con irregularidades urbanísticas de todo tipo". "Los pisos ilegales también existen aquí en Euskadi, los que no existen son los que anunció José Luis Bilbao y los ha vuelto a anunciar ahora", recalcó.

   Según dijo, los nacionalistas "no tienen proyecto", sino que sólo quieren el poder "para seguir haciendo de este país su batzoki particular", y animó a los ciudadanos a no tener "ningún miedo" porque estas elecciones son "libres" y voten lo que voten "nadie es más que nadie". "El domingo es el momento de la verdad, la fiesta de la democracia, donde vamos a ejercer nuestra libertad", insistió.

   Por último, la candidata a la Alcaldía de Santurtzi, Myriam Frade, también defendió el proyecto socialista para la localidad marinera por ser un "proyecto progresista" y "con experiencia en el trabajo municipal", y criticó que "jamás" un concejal de la oposición les haya acompañado "a pedir nada al Gobierno vasco". "Siempre hemos ido solos", manifestó, para rechazar el carácter "sumiso" de PNV "en los despachos de Lakua".

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