¿El último triunfo de Zapatero o el golpe de mando de un futuro presidente Rajoy?

¿Quién ha ganado con la negociación de los Presupuestos Generales del próximo año? Los hechos son muy claros y son de sobra de conocidos por todos: el Gobierno socialista tenía casi imposible sacar adelante otro año más las cuentas públicas y el PP de Rajoy saboreaba una victoria por K.O., como en el boxeo. Pero el PSOE ha conseguido un acuerdo con PNV y Coalición Canaria que le da vida.

Ahora bien, ese acuerdo ha sido considerado por la derecha como la claudicación definitiva de un presidente sin aire, sin poder y sin espacio para maniobrar a su gusto. Una claudicación que ha supuesto el traspaso de competencias para el País Vasco y Canarias y más cesiones políticas. De ahí que el PP rompiera el apoyo al gobierno de una de esas dos comunidades autónomas.

No lo ha hecho en Euskadi, donde considera que la prioridad, a menos de que ocurra algo insalvable, es que no gobiernen los nacionalistas vascos. Pero en Canarias sí. Tras una jornada de infarto, el líder del PP canario, José Manuel Soria, anunció una ruptura definitiva de la coalición que mantiene con CC en ese ejecutivo autonómico.


Interpretaciones opuestas

Esos son los hechos. Ahora llegan las interpretaciones antes comentadas. Los sectores políticos del PSOE o cercanos a él, así como la prensa progresista, ve toda esta situación como un último arranque del león herido que es el Partido Socialista y de Zapatero. Una victoria no esperada y que ha terminado, además, con un gobierno donde participaba el PP. Es decir: interpretación que considera que ZP ha matado dos pájaros de un tiro.

Ahora bien, la derecha y la prensa conservadora ve todo lo contrario en esta situación tan delicada. Para ellos, Zapatero ha perdido definitivamente el norte, ha defraudado a la ciudadanía, y Mariano Rajoy es el claro vencedor porque pese a perder un gobierno autonómico, ha dado un golpe de mando, alzándose como líder político nacional de perfil intachable.

Y mientras tanto, los nacionalistas catalanes, al margen de toda esta historia, está más defraudada que nunca, al no haber participado en la negociación de los Presupuestos Generales y mantener una postura crítica con todos, ya que lo que realmente busca CiU es la victoria en las elecciones catalanas de noviembre.


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