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Remodelación del Ejecutivo

Castilla y León continúa sin ministros

Castilla y León continúa sin ministros

De la Vega, Moratinos y Espinosa dejan los puestos que ocupaban desde 2004 y engrosan una lista de 23 ex ministros de Zapatero

miércoles 20 de octubre de 2010, 13:17h


El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha acometido la segunda gran remodelación de su Ejecutivo en lo que va de legislatura, un cambio después del cual Zapatero ha relevado a todos los miembros de su primer Ejecutivo de 2004, con la excepción de la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, aunque ha pasado por diferentes carteras.

Zapatero ha relevado a la hasta ahora vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa. Los tres le habían acompañado en sus puestos desde 2004, incluso aumentando sus competencias: Espinosa sumó Medio Ambiente tras la victoria electoral de 2008 y De la Vega había asumido Función Pública en la última remodelación, la de abril de 2009.

De este modo, los tres pasan a engrosar una lista que suma ya 23 ex ministros de los Gobierno de Zapatero. Ministros y ex ministros suman un total de 38, sin contar al presidente, informa ep.

Con la remodelación de ayer, Jiménez pasa a ser ministra de Exteriores, apenas un año y medio después de llegar a Sanidady dos semanas después de perder las primrias del PSOE de Madrid para ser candidata a la presidencia de esa comunidad el año que viene. Rubalcaba será vicepresidente primero, portavoz y ministro de Interior; Ramón Jáuregui, que dejó su escaño de diputado hace poco más de un año para ir al Parlamento Europeo, será ministro de Presidencia.

Además, Leire Pajín ocupará el puesto que deja vacante Jiménez en Sanidad y absorberá Igualdad, lo que deja sin cartera a Aído, igual que a Corredor, cuyas competencias de Vivienda dejarán de ser Ministerio para integrarse en Fomento. Zapatero ha acometido este cambio en profundidad tras haber dicho, hace sólo tres días, que su único plan era relevar a Celestino Corbacho, que irá en las listas del PSC a las elecciones catalanas. Su relevo será Valeriano Gómez.

Premio para Trinidad Jiménez


El nombramiento se produce tan solo unos días después de que fracasara frente a Tomás Gómez en las primarias del partido en Madrid, para elegir al candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Jiménez abandona un ministerio en el que entró el 7 de abril de 2009 para enfrentar, a los pocos días, la crisis sanitaria mundial de la gripe A y donde, entre otros asuntos polémicos, ha impulsado junto a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, la nueva ley del aborto, en vigor desde el pasado 5 de julio, y la venta sin receta de la píldora del día después en farmacias.

También ha liderado la lucha por eliminar las máquinas expendedoras de bollería en los colegios dentro de la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición; ha sacado adelante la normativa europea de trasplantes, que copia el exitoso modelo español, y ha aprobado unas duras medidas de recorte al gasto farmacéutico, que supondrán un importante ahorro a la sanidad pública.

Entre sus fracasos, además del de perder las primarias pese a ser la candidata de Rodríguez Zapatero, está el no haber sacado adelante el Pacto por la Sanidad, una estrategia negociada durante años y que será imprescindible para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS). Tampoco ha logrado avances en la búsqueda de soluciones para paliar la escasez de médicos en España, un problema de primera magnitud.

Jiménez se marcha de Sanidad tras conseguir endurecer la ley del tabaco de Elena Salgado --una nueva norma que está previsto entre en vigor el 2 de enero de 2011-- y habiéndose ganado el respaldo de todo el sector, pese a los recelos iniciales por su falta de experiencia.

Se trata, sin duda, de 'la ministra del consenso' también entre los consejeros autonómicos de distinto signo político que tienen que tomar decisiones en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, donde ha conseguido prácticamente todos los acuerdos que se a propuesto desde el primer momento, cuando consiguió una posición única frente a la gripe A, y varias 'fotos de familia' donde "consenso" ha sido la palabra clave.

De la Vega, al Consejo de Estado

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado que su "intención" es nombrar a la ex vicepresidenta primera María Teresa Fernández de la Vega, tras su salida del Ejecutivo, como miembro del Consejo de Estado.

En rueda de prensa en la Moncloa para anunciar los cambios en el Gobierno, Zapatero ha dedicado unas palabras a De la Vega "por toda su dedicación, su trabajo día y noche, por su coraje, por su entrega" y le ha mostrado su agradecimiento por su labor en el Ejecutivo a lo largo de seis años.

Rubalcaba, de nuevo el hombre fuerte


El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha vuelto a recurrir a Alfredo Pérez Rubalcaba en una de las fases más delicadas de su Ejecutivo al otorgarle la Vicepresidencia Primera de cara al tramo final de la legislatura. Además mantiene la cartera de Interior donde llegó en el año 2006 para lograr el final de ETA y ejercerá como portavoz del Ejecutivo en las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros. De este modo, Rubalcaba se convierte de nuevo en la imagen y el hombre fuerte del Ejecutivo, una responsabilidad que ejerció en los últimos años de la etapa de Felipe González. 

Rubalcaba se sitúa así, sólo por debajo de Zapatero, e indirectamente como el mejor posicionado para la sucesión en el caso de que Zapatero no repita como candidato. Desde hace meses es junto a José Blanco el principal interlocutor del presidente del Gobierno, por lo que podría haber tenido una implicación personal en la elección de los cambios anunciados ayer. Indirectamente con este nombramiento también traza un cierto paralelismo con el líder del PP, Mariano Rajoy, quien compaginó la Vicepresidencia primera con Interior entre el año 2001 y 2002. 

Pese a que lleva décadas en la primera línea política, este es el mayor logro personal de Rubalcaba. En el congreso socialista del año 2000 en el que Zapatero fue elegido secretario general, apostó por José Bono, sin embargo, desde aquel momento hace ya diez años, Rubalcaba siempre ha sido la persona a la que acudir para sacar adelante las iniciativas más sensibles y que precisaban de mayores esfuerzos de negociación.

Tuvo un papel esencial en la campaña de las elecciones generales del año 2004 que devolvió a los socialistas a La Moncloa ocho años después y dando un vuelco a las encuestas tras los atentados del 11-M. Ya con Zapatero en el Gobierno, su primera misión fue afianzar el poder del PSOE en el Congreso ejerciendo como portavoz socialista. El presidente pensó en él para ese puesto valorando su discurso eficaz y su capacidad para alcanzar acuerdos con cualquier formación --fueron una constante sus largos paseos por los pasillos de la Cámara del brazo de su entonces homólogo en el PP, Eduardo Zaplana--.

Pero su designación como jefe del grupo socialista tenía también en mente la espinosa tramitación del Estatuto catalán que duró meses. Él fue el artífice de tratar de cumplir la promesa de Zapatero, quien se comprometió a dejar la reforma "limpia como una patena" de posibles puntos inconstitucionales. Para ello fueron necesarias jornadas maratonianas de conversaciones a puerta cerrada con los distintos portavoces y con el actual ministro del Justicia, Francisco Caamaño, entonces secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y con Ramón Jauregui, nombrado ayer ministro de la Presidencia.   

Negociación con ETA


Su siguiente encargo fue embarcarse en el intento de lograr el final dialogado de la banda terrorista ETA para lo que fue designado ministro del Interior. Según dijo, algún día revelará la "intrahistoria de esa designación" que él personalmente ni esperaba ni deseaba. Tras la declaración de tregua de ETA en marzo de 2006 se implicó personalmente en una negociación que tuvo dos mesas de diálogo y en ambas situó a personas de su máxima confianza. Pese a todo, aquel intento quedó marcado por el atentado de la T4 en Barajas el 30 de diciembre de ese año.

Incluso después de aquel atentado y ya con el proceso en situación crítica, Rubalcaba aun tuvo que tomar alguna decisión que afectó a su popularidad como fue la excarcelación por "razones humanitarias" del sanguinario terrorista, José Ignacio de Juana Chaos, tras varios meses en huelga de hambre.

Con la segunda legislatura llegó el cambio en la política antiterrorista del Ejecutivo. Enterradas ya las posibilidades de diálogo con ETA, se sucedieron los éxitos policiales con la desarticulación de hasta cinco jefes de la banda y el arresto de un total de 298 militantes en lo que va de legislatura (88 en el presente año). El propio Rubalcaba presume en tono de broma de que su trabajo en el Departamento de Interior le ha permitido granjearse una mayor simpatía entre los votantes de la derecha.

Actualmente es una de las voces más firmes contra los últimos movimientos en el seno de la izquierda abertzale. Su último gesto ha sido el de rechazar los "juegos retóricos" de Otegi para no crear "confusión" y siempre que es preguntado se dirige al mundo de Batasuna para recordarle que sólo tiene dos opciones: "o votos o bombas".

Hombre fuerte también en el PSOE

Miembro del Ejecutiva Federal del PSOE, nunca ha dejado de lado los asuntos internos del partido. Su última implicación finalizó en fracaso cuando tomó partido de manera personal por Trinidad Jiménez, situándola como la candidata oficial del aparato del partido en las primarias de Madrid que le enfrentaron a Tomás Gómez. De hecho, el ahora vicepresidente primero del Gobierno fue quien se mostró más contundente contra el ex alcalde de Parla a quien bautizó como "el hombre que le dijo que no a Zapatero".

Rubalcaba ganará ahora más notoriedad todavía desde las ruedas de prensa del Consejo de Ministros. Esta responsabilidad tampoco es nueva para él ya que en el último Gobierno de Felipe González, ejerció como ministro de la Presidencia entre el año 1993 y 1996 respondiendo preguntas de los periodistas en el ocaso del 'felipismo' por los casos de corrupción o la relación del Gobierno con los GAL, que siempre negó.

Antes de eso, entre 1992 y 1993 fue ministro de Educación, cartera en la que ya había desempeñado funciones de secretario de Estado desde 1988. Ha sido Diputado por Toledo en la V legislatura, posteriormente por Madrid tras las elecciones de 2000, por Cantabria --de donde es natural-- en 2004 y por Cádiz desde las pasadas elecciones de 2008.
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