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Volver a la Seminci

Volver a la Seminci

jueves 21 de octubre de 2010, 16:54h
Pocos festivales de cine en España logran dar una vuelta de tuerca a su trayectoria y reinventarse con cincuenta y cinco años, sobre todo porque podemos contar con los dedos de una mano los que han superado la cincuentena.

La SEMINCI celebró, hace ya cinco, sus cincuenta años, con el entusiasmo propio de la efeméride y con importantes achaques que pusieron en duda su capacidad para mantenerse en los letreros de neón, al lado de juveniles festivales de cine que logran acaparar, con la lozanía de sus pocos años, el relumbrón de los titulares de prensa.

Pues de pronto y con los 55 recién cumplidos, la SEMINCI se presenta y dice “aquí no pasa nada” y, a pesar de crisis, cosechas desiguales de películas y recortes económicos, se lanza a la alfombra roja con una imagen renovada y de la mano de otro atractivo cincuentón, Antonio Banderas, al que premió hace unos años y al que ahora invita para entregarle una Espiga de Honor.

Hace unos meses ya pudimos detectar que la Semana había decidido acabar con las arrugas que le había producido el paso del tiempo, cuando nos presentó una nueva imagen corporativa. Un lifting en rojo y negro que supo respetar a la vez el atractivo del tiempo pasado al conservar sus conocidos y cinematográficos labios.

Nos encontramos por tanto, ante un festival renovado pero que, como aquellas atractivas “femmes fatales” del cine en blanco y negro, puede también presumir de un intenso pasado. Un bagaje que le permite mantener la defensa del cine de autor, o recuperar, con cercanía familiar, la figura inolvidable der recientemente desaparecido, Claude Chabrol, y  la memoria de un escritor universal, como Miguel Delibes, que recorrió muchas veces sus citas como un forofo “semanista”.

A la vez, junto a su cara más veterana, la renovada SEMINCI se alía con los nuevos soportes para ofrecer su programación diaria en la pantalla de nuestro móvil o para colgar en su web un ebook, un libro electrónico con una monografía sobre nuevos realizadores, que se podrá descargar de forma gratuita. Nuevos lenguajes que le permitirán seguir presumiendo de encabezar la lista de festivales de cine españoles con más publicaciones.  

De la vieja SEMINCI podremos también seguir disfrutando de la mano de las tecnologías que nos permitirán por ejemplo acceder con un clik a la memoria cinematográfica del Festival, a través de un proyecto en el que se  trabaja con la Cátedra de Cine de la Universidad de Valladolid y en el que se busca implicar a la Filmoteca regional.

En la lista de novedades hay también propuestas sobre  cuestiones de plena actualidad como debatir desde la gran pantalla sobre la diversidad cultural o la biodiversidad. Nuevos argumentos y nuevos públicos. Habrá una jornada dedicada al cine accesible, para personas con discapacidad auditiva o visual y con la vista puesta en los espectadores del futuro, se hará un estreno infantil de una peli de animación en 3D.

Y desde luego, siempre nos quedará la SEMINCI, la de toda la vida, esa que a muchos nos huele a otoño, a tertulias, a amigos recuperados, a nostalgias… y sobre todo a atracones de cine. Ciclos y secciones competitivas que nos darán la oportunidad de conmovernos y de descubrir a la salida de una proyección cinematográfica que 55 años no son nada, si uno sabe cómo volver.

Carmen Domínguez. Periodista.
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