Abogó por la necesidad de superar el modelo rentista por otra forma de producción basada en el trabajo.
Informó que se contempla una producción petrolera de 3,1 millones de barriles diarios, y un precio promedio del barril de , y una inflación entre 23 y 25%.
Igualmente, cuestionó que durante gobiernos anteriores fue sacrificado el gasto social para afrontar la disminución de los ingresos fiscales, afectando la redistribución de los ingresos del país.
Durante su presentación Giordani realizó una evaluación sobre el desempeño de la economía actual y cómo afecta a la situación venezolana.
Destacó la importancia de mantener la producencia en el cálculo de los ingresos, sobre todo en las naciones como Venezuela en donde el ingreso tiene un peso importante el sector petrolero, afectado por causas externas y por la especulación en los mercados de futuros.
Igualmente, ratificó la disminución de la vulnerabilidad externa del país y la evolución de la deuda pública externa, que ha mantenido una disminución en relación con Producto Interno Bruto (PIB), así como en comparación con el resto de las naciones latinoamericanas.
Ratificó que las misiones y demás políticas sociales han estado orientadas a la inclusión de la población y a una redistrición importante de los ingresos, lo cual ha permitido un avance del país en el Indice de Desarrollo Humano (IDH).
Los resultados positivos de esta política social, con miras a la construcción de un nuevo modelo productivo socialista, se reflejan en el IDH, el cual, de acuerdo al último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) emitido en 2009, subió a 0,844.
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