Molestia uruguaya por dichos de Timerman

Uruguay consideró como "presiones fuera de lugar" las palabras del canciller argentino, Héctor Timerman, quien dijo esperar que el Gobierno de Montevideo cumpla con su parte del acuerdo para el control ambiental del río Uruguay, tal y como su país ya hizo, informó la prensa uruguaya.

Según señalaron fuentes oficiales al diario "El País", los dichos de Timerman causaron malestar en el Ejecutivo uruguayo, quien considera que son los científicos que se encargarán del control ambiental del río, y no los Gobiernos, quienes tienen que elaborar el plan que Argentina exige.

Las expresiones de Timerman surgieron tras la petición uruguaya de postergar por diez días la publicación de los planes científicos ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) para el control de la planta papelera de la finlandesa UPM (ex Botnia) cuya instalación generó una seria controversia bilateral que se dirimió en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Según señala "El País", Argentina habría propuesto que UPM tenga un control constante, con sensores que midan los parámetros de impacto ambiental las 24 horas y los 365 días del año, mientras que los uruguayos habrían considerado que eso sobrepasa lo acordado por los presidentes de ambos países.

Así, Uruguay consideró las palabras de Timerman como una acusación al país de no responder la propuesta y un reclamo para que cumpla con el acuerdo firmado por los mandatarios.
Timerman afirmó que el plan argentino "va a solucionar el problema de Botnia y de todo el río Uruguay. Y por lo tanto esperamos que Uruguay cumpla con lo que se firmó".

"El País" señaló que fuentes de la Presidencia uruguaya consideran que las palabras de Timerman abren dudas sobre la voluntad de la Cancillería argentina de concretar el acuerdo de control ambiental y cerrar este conflicto entre los países.

El plazo establecido por Argentina y Uruguay para presentar un proyecto común para el control ambiental del río ante la CARU se cumplió ayer, si bien debido a las divergencias en el comité científico bilateral encargado de su elaboración los técnicos argentinos resolvieron presentar su propio proyecto.