Cambio de estrategia

   Mariano Rajoy está empezando a desandar el camino de confrontación con los catalanistas. Ha cambiado de estrategia. En sus discursos de las últimas semanas en Cataluña -a donde va y viene apoyando a la candidata del PP, Alicia Sánchez Camacho-, ha modulado el registro de confrontación.

   En un mensaje que parece dirigido a Artur Mas, líder de CiU -el hombre que según todos los pronósticos reemplazará a José Montilla en la "Generalitat"-, ha dicho que le parece muy bien que el Papa hable en catalán a los fieles que le acompañarán en la consagración del templo de la Sagrada Familia.

   Cultiva a los nacionalistas en previsión de que pudieran quedarse cortas las encuestas que cantan el triunfo al PP en las elecciones generales. Rajoy avizora el futuro y tengo para mí que tiene en la cabeza el recuerdo de aquél pacto del "Majestic" que Aznar firmó con Jordi Pujol en el 96. Pacto que le dio al PP la estabilidad parlamentaria que le permitió llegar al 2000 y alcanzar, después, la mayoría absoluta. Ahora están todos en campaña y todos se niegan a todos, pero así que pasen las elecciones catalanas, para ser "President de la Generalitat", Artur Mas necesitara contar con la abstención o lo votos del PP, los tendrá... a la espera de una torna. Hoy por tí, mañana por mí. En previsión de acontecimientos parece que en su camino hacia La Moncloa, Rajoy parece que está dispuesto a hablar catalán en la intimidad. Ha cambiado de estrategia.


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