Extraños en Madrid

Catalanes, gallegos y vascos que quieran mantener su identidad quedan excluidos de la Constitución, según la aplican tanto el PP y el PSOE como las instituciones. Por ello los políticos llamados impropiamente "nacionalistas" son Extraños en Madrid, como los define el acertado título del libro que acaba de editar Flor del Viento. Su autor, el senador Iñaki Anasagasti, fue portavoz del PNV en el Congreso durante 18 años. Sabe de qué habla. Con un estilo ameno y desenfadado, Anasagasti denuncia que en la mentalidad de los dos grandes partidos y del nacionalismo franquista heredado por la monarquía "sólo hay una manera de ser español, y ésta es profundamente castellana con concesiones al folklore andaluz." Por el libro desfila una larga cohorte de sicarios del régimen y traidores a su pueblo que asesinan las aspiraciones identitarias y de autogobierno reconocidas por la Constitución. Recuerda la reunión de Arzalluz, Bergara y él (del PNV) con Borrell y Benegas (del PSOE) sobre la eventual tutela autonómica de las Autoridades Portuarias. El catalán Borrell en el acaloramiento del debate agitó la Constitución diciendo que "los puertos vertebran España". "¿Y por qué no las paradas de autobuses?", le respondió Arzalluz. El centralismo madrileño se nutre también de la felonía de los políticos periféricos, que se transforman al pisar moqueta ministerial.