El G-37 de Zapatero

   Treinta y siete grandes empresarios españoles (y entre ellos una sola mujer, Petra Mateos, presidenta de 'Hispasat') han sido convocados por el jefe del ejecutivo, Rodríguez Zapatero, para una reunión que se celebrará mañana, sábado, en La Moncloa, y con la intención de acelerar la recuperación económica. Sin duda que algunos de los integrantes de este G-37 del poder empresarial español acudirán a la reunión por pura cortesía, y con escasas esperanzas de que el cónclave sirva para algo. De todas formas, el presidente del Gobierno está en su derecho -y hasta en su deber- de informarse de primera mano sobre cómo ven la situación española los líderes de los sectores de las finanzas, la construcción, los servicios, etcétera. También es cierto que lo que piensan esos personajes, y lo bueno y lo malo que sucede en sus empresas, está publicado en sus memorias anuales y en las cifras depositadas en el Registro, de modo que sería suficiente con que los centenares de asesores del Presidente echasen un vistazo a estos documentos y pusiesen al día al líder socialista.

    Por lo demás, todos los integrantes de este G-37 convocado para mañana en La Moncloa son profesionales de éxito, que han demostrado sus habilidades en un mundo competitivo hasta la ferocidad. Sin embargo, las destrezas económicas de su anfitrión son muy limitadas  (por utilizar una expresión incruenta), hasta el punto de que el país en que tiene la máxima responsabilidad política, un país llamado España está en cabeza de Europa en el número de parados, y en la cola en productividad.

     A quienes debería convocar Zapatero en La Moncloa es a los pequeños y medianos empresarios, a los autónomos y a los emprendedores al borde de la ruina para que le contasen qué ocurre en la España real y qué soluciones sugieren. ¿Es descabellado proponer que se escuche, antes que a los grandes banqueros, a los pequeños y medianos clientes de la Banca, cuyos negocios dependen de la negación de un crédito o de un abuso de las tramas financieras?

     Y, para poner una temperatura acorde con los ánimos de la reunión, España es azotada por una ola de frío polar, y a finales de mes en los hogares españoles, incluida La Moncloa, apenas queda dinero para calefacción. Esperamos con curiosidad la 'foto de familia' de los 37 grandes empresarios con Zapatero. Si están serios, malo. Si sonríen, mucho peor.   



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