La presidenta de Eusko Alkartasuna, Begoña Errazti, ha tenido que aclarar que su partido, efectivamente, celebrará un congreso extraordinario en enero para zanjar el debate sobre los pactos con el PNV. Los partidarios de la coalición para las municipales no han reunido las firmas suficientes (el 25 %) para convocar un congreso extraordinario, pero la dirección quiere acabar cuanto antes con este asunto, dado que apenas quedan seis meses para la cita electoral.
Los partidarios de la coalición aseguran que en ningún momento se les ha dicho qué porcentaje de firmas son necesarias para una convocatoria de estas características. En un primer momento les dijeron que el 10 % bastaba y presentaron más de 1.600, ya que son 15.000 militantes. Ahora, cuando han visto que se presentaban firmas de sobra, dicen que necesitan el 25 %.
Sigue, pues, el debate entre partidarios y contrarios a la coalición con el PNV, hasta el punto de que en Guipúzcoa, la gran mayoría de EA es partidaria de acudir en coalición con el PNV y -dicen- pase lo que pase en el Congreso extraordinario de enero, "así lo haremos, iremos en coalición".
Las discrepancias se mantienen, pese a que el secretario de organización de EA, Rafael Larreina, asegura que "en el congreso quedará de manifiesto cómo la enorme mayoría queremos acudir en solitario a las elecciones del 27 de mayo".
La pelota, en el tejado, pero no hay tiempo para nada, ya que el PNV tiene confeccionadas sus listas. La única posibilidad existente para los críticos sería llegar a acuerdos puntuales y locales con el PNV, para unificar listas, pero el congreso de EA, según Larreina, dejará bien sentado que "iremos en solitario".
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