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Agresiones a médicos

Agresiones a médicos

miércoles 19 de enero de 2011, 10:47h

En el pasado año 2010 se produjeron en España 451 agresiones a médicos, especialmente de Atención Primaria, mientras ejercían su profesión. Pero algunos expertos señalan que esa cifra, las 451 agresiones, no es más que la punta del 'iceberg', pero que hay muchos más actos violentos contra los médicos. Y una de cada tres de esos actos vandálicos lo realiza un familiar del paciente. ¿Pretextos para esa conducta deplorable? Muy variados: desde discrepancia en la atención que recibe el enfermo hasta la negativa a prescribir determinado fármaco o la exigencia de una baja laboral que al médico no le parece justificada.

    Para atajar esta lacra, que va en aumento cada año, se pide desde la Organización Médica Colegial que se generalice a todas las comunidades autónomas algo que ya existe en algunas: la consideración del profesional de la sanidad como una autoridad, de modo que las agresiones sean consideradas por la Justicia como un delito de atentado.

    Y otro dato: la mayoría de los médicos agredidos tienen entre 46 y 55 años, siendo menores los casos de violencia contra mayores de 66 años o contra los galenos más jóvenes.

    No vamos a dejarnos llevar por la nostalgia de aquellos médicos a caballo por los pueblos de España, en noches de nieve, buscando, a veces con escasos medios, aliviar al enfermo y devolverle la salud. Tuvieron mucho mérito, siguen siendo un ejemplo de dedicación heroica las 24 horas del día, pero hoy la medicina ha avanzado científicamente a pasos agigantados, se ejerce en equipo, se han creado centros de salud, y cualquier hospital grande o pequeño, universitario o comarcal, está conectado con los avances de los centros pioneros en el mundo. Pero también hay que decir que entonces, cuando el hermoso ejercicio de la medicina rural, cuando aquella dedicación casi romántica, la cercanía producía un respeto, y la confianza, según el doctor Marañón, formaba parte de los instrumentos de curación.

     Hoy, como vemos y lamentamos, no es exactamente así, por mucho que los casos de agresiones (insistimos: al menos 451 en el pasado año) son minoritarios con respecto al número de consultas, ingresos o intervenciones quirúrgicas que se realizan cada día en España. Pero, estadísticas aparte, son un mal síntoma, un indicador inquietante, un lamentable dato para concluir  que, en muchas actitudes de la vida y de la convivencia, la sociedad española transita en dirección contraria al respeto, a la confianza y al sentido común.

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