Mayoria absoluta aunque sin tsunami azul

El resultado de las presidenciales en Francia  y de la primera vuelta de la elección legislativa, con cien diputados elegidos  de la derecha, contra uno por el Partido Socialista,  anunciaban una segunda ronda muy favorable a la UMP de Nicolas Sarkozy.  Algunos soñaban ya con un tsunami azul, que según las proyecciones de los institutos de opinión podian dar a la derecha hasta 450 escaños.

   La victoria  UMP estaba adquirida pero la sorpresa de la noche electoral  ha sido en cambio un reequilibrio del voto, que según las estimaciones  dará una  Asamblea nacional con mayoria absoluta para la UMP (341 diputados, de los cuales  319 UMP, 20 del Nuevo Centro aliados a Sarkozy, y 2 del partido derechista de Philippe de Villiers), pero con una izquierda reforzada con respecto a la anterior legislatura, pues el PS y sus aliados de izquierdas obtienen 233 escaños (210 socialistas, 19 comunistas y 4 verdes).  El centro de Francois Bayrou solo salva tres escaños, siendo el principal perdedor de la contienda junto con el Frente Nacional que no obtiene  ninguno a pesar de los millones de votos que unos y otros tuvieron en la elección presidencial.

    La catástrofe anunciada del Partido Comunista Francés ha sido menos importante que lo previsto pues mantendrá 19 diputados en la futura asamblea, casi los veinte necesarios para tener un grupo parlamentario propio. Los ecologistas solo obtienen 4 escaños.     La nueva Asamblea Nacional  con una  mayoria absoluta   que sostiene las reformas anunciadas por el Presidente Nicolas Sarkozy podrá legislar sin problemas, pero el equilibrio  republicano de las instituciones sale sano y salvo de este escrutinio, con una oposición reforzada.

   Entre los factores que han permitido a la izquierda impedir una victoria aplastante de la UMP, hay que señalar dos :  El incremento del IVA social (impuesto sobre el valor añadido) para todos los consumidores -impuesto particularmente antipopular que afecta por igual a ricos y pobres-  anunciado entre las dos vueltas de esta elección por el gobierno de Francois Fillon, no ha jugado a favor del voto UMP.  Por otra parte la activa campaña de Segolene Royal en apoyo a los candidatos socialistas ha permitido mantener una cierta dinámica de voto favorable a la izquierda en ese 44% de franceses que votaron contra Sarkozy en la presidencial.

   Segolene Royal,  que no era candidata, sale reforzada de esta contienda en la batalla que ahora espera a la oposición y al Partido Socialista. Francois Hollande a su vez salva su honor de  primer secretario del partido. Lo mas duro para ambos está ahora por hacer : renovar y restaurar el Partido Socialista atravesado por una crisis profunda.

    Es pues un buen resultado para el funcionamiento de las instituciones democráticas en Francia, pero también para Nicolas Sarkozy que tiene ahora con una  confortable mayoria absoluta en el parlamento las manos libres para actuar.  El jefe del gobierno Francois Fillon asi lo ha señalado  inmediatamente después del  voto subrayando el calendario de reformas sobre las que deberá pronunciarse  a partir del mes de julio el poder legislativo. En cierto modo una « victoria aplastante » hubiera sido mas desfavorable a Sarkozy que esta « amplia victoria »,  pues se habria prestado mas facilmente a los ataques de la oposición contra su desmesurado poder. A los ciudadanos solo les queda esperar ahora que esa oposición reforzada sea en efecto una oposición que se oponga.