Casi el 78 por ciento de barceloneses no vería mal la independencia de Cataluña

Un domingo de sol, que invitaba a la playa -el tópico de siempre que toca, por otra parte-, no ha evitado que los barceloneses acudieran en masa a las urnas para decidir si querían o no la independencia de Cataluña. Y lo han hecho, si bien hay que reconocer que también muchos de ellos se habían pronunciado sobre la cuestión antes de la cita clave, pues desde ya hace algún tiempo la avanzadilla en forma de mesas distribuidas por la ciudad posibilitaban el voto. La suma de ambas opciones de calendario ha posibilitado un porcentaje de votantes que ha satisfecho sobradamente las ambiciones de los organizadores. Así, Barcelona Decideix, la entidad cívica que ha impulsado el proceso, se conformaba con que el 10 por ciento de los posibles votantes ejerciera su derecho. No ha sido así, y las expectativas han superado la doblez, pues se ha llegado al 21,37 por ciento. Pero tampoco cabe perder de vista la realidad y a ese baño de realismo se acogían estos impulsores en sus prospectivas. Dadas las perspectivas y el carácter efectivo -nulo- de la consulta se barajaban unos parámetros relativos que, en términos absolutos, no serían para lanzar cohetes. Y de ello han sido conscientes. Por otra parte, formaciones políticas catalanas con escaño en el Parlament como CiU, ICV, ERC o SI -y otras que no están en el mismo, como Reagrupament o las CUP- han reflejado la jornada histórica, de un modo u otro, en sus webs aunque sólo fuera con las fotos de sus miembros relevantes a la hora de depositar su voto. Otras que calientan silla cerca del monumento al Desconsuelo esculpido por Josep Llimona, como PSC, PP y C's o -una que no lo hace- Falange han obviado cualquier referencia, en respuesta lógica a su posicionamiento negativo en diferentes grados respecto a esta fiesta democrática barcelonesa. Y no será porque no tuvieran fotos que ofrecer. Antoni Castells, ex conseller de Economía socialista y representante del cada vez más escuálido 'sector catalanista' de los socialistas catalanes, también ha votado. Ha sido el único. Claro que la omisión tal vez se deba al enfado íntimo del aún alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, al ver que una consulta que no era de su agrado -y que ha aprovechado para criticar a CiU- superaba con -muchas-creces la que él organizó sobre el futuro de la Diagonal. Y que, encima -¿Quién dijo que los referéndums se organizan para ganarlos?- perdió. Valoración de los organizadores Interrumpido por constantes aplausos y consignas a favor de la independencia, el portavoz de la Plataforma, Alfred Bosch, ha calificado los resultados de "históricos". Asimismo, ha valorado que el porcentaje de votos negativos, superior al registrado en las diferentes olas de consultas celebradas en todo el territorio catalán, significa que Barcelona tiene "muchos demócratas dispuestos a no seguir consignas fáciles y ser libres". "Entendemos que los que no han acudido a las urnas han delegado sus pronunciamientos a los que sí lo han hecho", ha argumentado Bosch, con lo que ha concluido que "Barcelona ha votado a favor de la independencia". La última comparecencia de los organizadores se ha realizado con una sala llena hasta la bandera y ha terminado con gritos de 'Independencia' y 'Visca Catalunya lliure' y con un canto unitario del himno de Catalunya, Els segadors. La consulta en la capital catalana ha alcanzado una participación del 21,37 por ciento sobre el censo electoral y del 18,14 por ciento teniendo en cuenta el total de votos emitidos, es decir, incluyendo a menores entre 16 y 18 años e inmigrantes residentes en la ciudad. En total, en la capital catalana se han recibido 257.645 votos, de los que 13.394 corresponden a los menores e inmigrantes que no constan en el censo electoral. 1,42 millones de barceloneses estaban llamados a votar en la consulta de este domingo, que culmina un proceso iniciado hace un año y medio en Arenys de Munt y que se ha repetido en 553 municipios de Cataluña.