www.diariocritico.com
La España binaria de Zapatero y de Rajoy; del Madrid y del Barça

La España binaria de Zapatero y de Rajoy; del Madrid y del Barça

domingo 17 de abril de 2011, 09:29h
La existencia de dos españas, la machadiana y la otra, la de los socialdemócratas y los liberales (los nacionalistas se encuadran en una de estas, lo siento por ellos), la de José Tomás y el Juli, la del Real Madrid y del Barça, me parece un hecho incontrovertible; este es un país lamentablemente binario, en el que el entendimiento en torno a los grandes temas, necesarios para remendar y, sobre todo, regenerar tantas cosas, parece tantas veces imposible. Una nación en blanco y negro, en la que lo que es malo para un bando es bueno para otro, sin mayores matices. No, no me parece nada bien que la liga nacional de futbol se dirima exclusivamente entre dos equipos, distantes muchas millas de los restantes. Ni me parece positivo, perdón por mezclar unas cosas con otras, que el futuro político, económico, social, se juegue apenas a la carta del PSOE o del PP, apoyados ambos, en el caso que corresponda, por las formaciones nacionalistas que sean precisas para completar una mayoría.  Este no es un país abonado de manera cerrada a dos formaciones políticas, ni a dos clubes futbolísticos, ni a dos toreros, ni a dos formas, la conservadora y la progresista, de ver la vida. He lamentado, casi tanto como el lapsus de un presidente, ZP, poco riguroso, las risas de la oposición a cuenta de la ayuda económica china a la situación económica de nuestro país. Como español, celebraría muy de veras que el viaje de Zapatero a Pekín hubiese redundado en consecuencias de ayuda tangible (y aún creo que así será, pese a las equivocaciones de los entusiastas monclovitas a la hora de anunciar una cooperación económica que no era tal, o, al menos, no era así). Y he lamentado los rifirrafes entre los dos grandes partidos nacionales en lo referente a la lucha contra el terrorismo; se han dado declaraciones completamente inconvenientes desde las dos formaciones como consecuencia de algunos sucesos penosos de esta semana. Tan incierto es, confío, que el PP se sienta disgustado por los éxitos del Gobierno de Rubalcaba (y de Zapatero, claro) contra ETA como que el Ejecutivo socialista tenga la menor relación con la muy prematura excarcelación de algún terrorista culpable de múltiples asesinatos. Cuánto me hubiera gustado leer o/y escuchar alguna declaración conjunta de los dos grandes partidos condenando la libertad del monstruo Troitiño: hubiera sido, sin duda, un enorme avance contra ese terrorismo que recula, pero que aún no desaparece del todo. Espero que no crea usted que frivolizo cuando comparo unas cosas con otras: el deporte se ha convertido en algo muy, muy importante en nuestro país. Como tantos analistas sin duda más serios que yo, pero no mejor intencionados que yo, han destacado, los éxitos deportivos se han convertido en una de las escasas fuentes de orgullo nacional que surgen en el secarral de la piel de toro. Pero, por lo mismo, yo confiaría en que nadie patrimonialice ni los éxitos contra el terror y el horror de ETA ni los reveses debidos a un sistema garantista que, en su momento, fue mal entendido por el Tribunal Constitucional, que es uno de los puntos flacos del sistema. Una vez más, me parece, hay que insistir en la necesidad de un entendimiento entre los dos ‘grandes’, de acuerdo; pero un entendimiento que, lejos de tratar de borrar del mapa a los más pequeños –como sucedió con la reciente ‘reforma’ de la Ley Electoral--, contemple a las minorías en su plenitud de derechos. Porque ni hay solamente dos equipos de futbol en España –aunque los dos grandes sean los mejores del mundo, como orgullosamente proclaman los unos y los otros—ni todos los españoles quieren ampararse bajo el paraguas de las siglas del PSOE o del PP. Afortunadamente, somos mucho más ricos que eso.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios