La última y más polémica vuelta de tuerca
¿Se prepara un pacto entre socialistas y Bildu para gobernar en Navarra?
miércoles 08 de junio de 2011, 08:19h
Ojo porque este pacto es sólo una suposición y puede que sólo persiga perjudicar la imagen del PSOE navarro, el PSN. Pero se suele decir que cuando el río suena, agua lleva. El caso es que tanto UPN como PP creen que los socialistas se estarían dejando tentar por la oferta de los abertzales de desalojar a la derecha del gobierno de Navarra. Ese pacto, claro, tendría graves consecuencias.
Consecuencias como perder el apoyo parlamentario que el PP de Antonio Basagoiti da al lehendakari socialista Patxi López en Euskadi. Una amenaza que se basa en la posibilidad de que en Navarra haya un vuelco tan importante como sería que UPN, la formación regionalista que lleva las riendas de esta comunidad, se quedara sin el ejecutivo regional.
El presidente del PP navarro, Santiago Cervera, ha advertido a los socialistas de que si tienen la "tentación" de gobernar "con los votos de los nacionalistas" en Navarra, esta decisión "tendrá consecuencias" en el acuerdo entre PSE y PP en el País Vasco. En el supuesto caso de que Nafarroa Bai y Bildu apoyen la investidura del líder de los socialistas navarros, Roberto Jiménez Alli, el PP asumiría la ruptura en Euskadi con el PSE.
Mientras tanto, UPN -que rompió la pasada legislatura con el PP su tradicional pacto en esa comunidad para 'fusionarse' electoralmente- intenta hacerse con el apoyo socialista para amarrar otra legislatura tranquila. Su candidata a la Presidencia, Yolanda Barcina, ha insistido en que espera que el PSN "opte por la vía de la confianza y la estabilidad" y pacte finalmente con UPN para facilitar la formación del nuevo Gobierno en Navarra, ya que, en su opinión, "cualquiera de las otras fórmulas que pueden llegar a explorar los socialistas nos llevaría a una inestabilidad y a un desgobierno".
Así, crece cada día el temor de algunos a que los socialistas navarros terminen pactando con Bildu para tener los suficientes apoyos que permitieran la investidura de Jiménez, llevando la contraria claramente a sus vecinos vascos, que en teoría no gobernarán con Bildu en ningún ayuntamiento, a priori y a petición de la ejecutiva.
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