Llegó la hora de los pelotas

Imagino que esto mismo ocurrirá en todo el territorio nacional, pero en Sevilla, una ciudad grande pero en la que las "fuerzas vivas" que salen en los medios de comunicación y que aquí todos conocemos, son siempre los mismos y no pasan del medio centenar, suele darse con demasiada frecuencia. Muchos de los que hasta ahora siempre estaban presentes en cualquier sarao del PSOE haciéndole reverencias al presidente de la Junta, al alcalde o al dirigente socialista de turno, no han tardado en cambiarse la chaqueta tras el 22-M y aparecen ahora con un ímpetu desmedido en cualquier acto del PP, aplaudiendo a rabiar y dando abrazos por doquier a los nuevos dirigentes salidos de las urnas. Son empresarios, periodistas, académicos o directivos, pelotas natos, a los que les da igual ocho que ochenta y que sólo viven para estar arrimados al poder de turno. Curioso, realmente curioso. He estado presente en los últimos actos a los que ha acudido el recién elegido alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y he podido comprobar cómo personajes que antes lo evitaban y que no ocultaban su desprecio por el candidato popular, ahora lo reciben con los brazos abiertos y la más amplia de las sonrisas confesando a quien quiera oirles, que ellos siempre han creído en la necesidad del cambio y que Zoido es el mejor alcalde que podría tener Sevilla en los últimos cincuenta años. "¿Y Monteseirín, que era tan amigo tuyo? ¿Monteseirín?, un impresentable". La frase es textual. Increible, pero cierto. Lo he podido comprobar, también, tras el Debate sobre el estado de la Comunidad, celebrado en el Parlamento andaluz, el miércoles y el jueves (a la vez que el del estado de la Nación para que pasara casi desapercibido). Por primera vez ha habido unanimidad, faltaría más, y todos los citados "pelotas" han diagnosticado que el debate lo ha ganado Javier Arenas por goleada. Al pobre de Pepe Griñán, que, dentro de lo que cabe ha salvado los muebles con absoluta dignidad dadas las penosas circunstancias que le rodean, casi lo han ignorado. Y digo casi porque, muy a pesar de ellos, Griñán sigue mandando en la Junta y todavía puede darles algún que otro beneficio, y porque aún no está claro que el PP pueda conseguir la necesaria mayoría absoluta para gobernar en las próximas elecciones autonómicas. De estar seguros de la victoria de Arenas no habrían dudado un segundo en pedir la inmediata dimisión del presidete de la Junta. No quiero ni imaginar la cohorte de "pelotas" que puede rodear a Arenas el año que viene si consigue hacerse con el poder. Hay conocidos empresarios sevillanos, fijos en todas las fotos, que han hecho su fortuna en los últimos quince años gracias a los apoyos y las subvenciones concedidas casi a fondo perdido por la Administración socialista y que ven ahora que tienen que cambiar el "chip" para arrimarse al árbol que más sombra dé, para ponerse bajo la protección de la gaviota, dejando marchitarse la rosa. Incluso hasta algún que otro socialista de pro, que ha estado años y años chupando del bote de la Junta y viviendo del cuento, está ya buscando acomodo por si tuviese que dejar el partido y arrimarse a la sede de la calle San Fernando. Va siendo hora de ir colocándose cerca y haciendo cola para que te toque algo en el reparto. Si es que queda algo para repartir cuando Arenas llegue a la Junta. Este fin de semana se reune en la capital hispalense la Intermunicipal del PP y no quiero ni pensar la de "pelotas" de esta calaña que van a acudir al hotel Meliá a rendir pleitesía a Rajoy, Arenas, Zoido y demás dirigentes del PP, renunciando, incluso, a la visita semanal al apartamento de Matalascañas. Aquello puede estar como la salida de la Macarena, con empujones y codazos incluídos para acercarse al líder de la oposición o a cualquiera de los alcaldes de las capitales andaluzas y preguntarle aquello de "Javier, monstruo, ¿qué hay de lo mío?". Ya les contaré. Andalucía Crítica>>