Un sólido Miguel Ángel Perera abre la Puerta Grande en Barcelona

Se cerró ayer el ciclo de corridas de toros con figuras del mes de Julio, en tarde con masiva afluencia de turistas. El triunfador de la tarde fue Miguel Ángel Perera, al que correspondieron dos toros nobles y repetidores. Lanceó a pies juntos a su primero, con buena media de remate , y con el compás abierto en el sexto. En aquel , construyó una sólida faena,  con la base de una buena colocación. La  figura relajada siempre , y  lo toreó con gusto y temple. . Al echarse la muleta a la zurda, el toro estaba ya muy aplomado, y el extremeño optó por meterse en los terreno de su oponente. Cobró una gran estocada. En el último de la tarde vimos a un Perera  firme y asentado, con el denominador común de la ligazón en los pases. Naturales- al principio ayudados con el estoque- largos y rematados detrás. Y en las postrimerías de su labor, el habitual “arrimón”, con circulares incluidos.     Manuel Jesús El Cid no tuvo una tarde afortunada. Su primer toro fue poco picado, tenía una querencia a los terrenos de sol, y llegó al último tercio embistiendo con casta y picante. El de Salteras no se encontró a gusto, , demasiado acelerado , sin conseguir sujetar al toro, y en definitiva, el animal lo desbordó. Aún así hubo una ligera petición de oreja. El cuarto tendía a meterse hacia dentro, a pesar de que humillaba, y tenía el viaje muy corto. Le miraba, además, y no dejó tampoco andar a gusto a un  Cid. que no se confió.     El Fandi tuvo en sus manos el toro mejor de la tarde: el quinto, y a fe que lo desaprovechó, con un toreo vulgar , ventajista y sin un atisbo de buen gusto. En su tercio de banderillas destacó el tercer par, por los adentros. Y no se confió con su primero, al que había puesto palitroques a cabeza pasada; desistió en seguida por el lado izquierdo, tras ver que en el primer paso el toro  se le venía al pecho. Y pronto desistió por la derecha, donde el animal se quedaba corto, optando el Fandi por abreviar.