América Latina: el reto de los servicios

Predicen emigración de empleos en el área de los servicios hacia las economías emergentes América Latina tiene un techo bajo en materia de manufacturas. De allí la necesidad de expandirnos en el área de los servicios. Ello para ampliar nuestras opciones exportadoras dado que una nueva distribución internacional del trabajo nos está delimitando dentro del ámbito de las materias primas y las industrias básicas. En servicios no sólo disfrutamos de fortalezas y potencialidades sino que es, con 50% del PIB regional, el sector de más rápida expansión en la región. Entre las distintas especialidades en las que disfrutamos de capacidad de exportación cabría citar los servicios de ingeniería, el área del entretenimiento o la publicidad. En el primero se han posicionado internacionalmente empresas brasileñas y mexicanas, aunque países con tradición de ingeniería petrolera o minera disfrutan de gran potencialidad en este plano. En el sector del entretenimiento países como Brasil, México, Argentina, Venezuela y Colombia tienen fuerte competitividad internacional. Desde la cinematografía hasta la telenovela, pasando por los shows televisivos y la industria discográfica hay mucha fortaleza y espacio para crecer. En publicidad Argentina y Brasil se han posicionado a la cabeza de la región con la tercera y cuarta posición mundial, respectivamente, en términos de premios obtenidos. El talento creativo latinoamericano puede dar muchas sorpresas en este renglón. Pero es en las llamadas cadenas globales de valor donde se encuentran las mayores oportunidades. Los avances en las tecnologías de la información y las comunicaciones, la globalización de competencias que permite buscar al talento disponible donde se encuentre, la homogeneización en las prácticas de consumo, producción y gerencia y la tendencia de las corporaciones de contratar por fuera todo lo que no constituya su núcleo central de ganancias, han revolucionado el área de los servicios. Hoy éstos pueden prestarse a miles de kilómetros de distancia dando lugar a lo que se conoce como la "oficina de atrás". De acuerdo a la misma una compañía en Nueva York o Madrid puede contratar sus servicios de contabilidad en Brasil, el pago de sus nóminas en México, los servicios al cliente en Costa Rica y el procesamiento de datos en Argentina. Todo ello, desde luego, mientras contrata la manufactura de sus productos a empresas chinas o vietnamitas. Es así que se conforman las llamadas cadenas globales de valor, en donde servicios y manufacturas realizados en los lugares más diversos por empresas no conectadas entre sí, confluyen en un mismo producto final. Economistas como Alan Blinder y Alan Kueger, que se han dedicado a estudiar el fenómeno anterior, predicen una emigración masiva de empleos en el área de los servicios desde las economías desarrolladas hacia las emergentes. Esta es un área donde América Latina goza de ventajas comparativas dada su proximidad cultural con el mundo occidental. Ni darnos cabezazos en un área donde somos poco competitivos como las manufacturas ni conformarnos con ser exportadores de materias primas. De allí la importancia de los servicios. [email protected]