Bettini destacó la dignidad cívica de las Fuerzas Armadas

El embajador de Argentina en España, Carlos Bettini, destacó la "dignidad cívica" de las actuales Fuerzas Armadas, al dar la bienvenida en Cádiz, al sur de la Península, al buque escuela Fragata Libertad. Ahora "la Argentina se proyecta al mundo en su realidad democrática" y se refirió a la existencia de un “Ejército republicano encarnado en la Constitución”. Además, homenajeó a su cuñado desaparecido en el golpe de 1976 "por negarse a participar en la tremenda represión que se avecinaba".

Además, Bettini rindió un especial homenaje a su cuñado desaparecido, el teniente de fragata Jorge Alberto Daniel Devoto, quien renunció a esta fuerza meses antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, "por negarse a participar en la tremenda represión que, sabía que se avecinaba".

"El teniente Devoto permaneció fiel a su vocación de militar subordinado a la Constitución y al Gobierno democráticamente elegido, preservando entonces de un modo ejemplar el espíritu sanmartiniano de la República", dijo Bettini, al rendir un especial homenaje a su cuñado, en compañía de su hermana Marta María de las Mercedes Bettini de Devoto, y su madre, Marta del Carmen Francese de Bettini.

Por ello "pagó un altísimo precio, según declaraciones de reos de lesa humanidad ante la Justicia. Fue considerado un traidor por sus compañeros de arma y arrojado al mar vivo y sin la previa aplicación de sedantes utilizados con otros prisioneros", relató Bettini, en referencia a los "vuelos de la muerte" por los que se juzgó en España al ex marino Adolfo Scilingo.

"Es evidente que no eran las Fuerzas Armadas pertenecientes a la gran gesta de Mayo las que actuaron de forma tan infame", destacó el embajador, quien durante la última dictadura militar perdió también a su hermano, Marcelo Gabriel José Bettini, su ex pareja, Edimé Peirano, y su abuela materna, Mercedes Hourquevie de Francese.

"Ahora que la Argentina se proyecta al mundo en su realidad democrática, nos vuelve a enorgullecer un ejercito republicano encarnado en la Constitución Nacional, un Ejercito y unas Fuerzas Armadas que comprendan su alta misión política: el cuidado de la soberanía popular resuelto en términos constitucionales", señaló Bettini.

La fragata de la Armada de la República Argentina Libertad, comandada por el capitán de navío Pablo Marcelo Vignolles, atracó antes de ayer en el muelle de Cádiz, única parada que el buque realizará en aguas españolas dentro de su crucero de instrucción que inició en abril en Buenos Aires, a donde regresará en diciembre.

"Es una satisfacción para mí recibir a la histórica Fragata Ara Libertad de paso por este Puerto de Cádiz, testigo elocuente de nuestras raíces hispánicas", afirmó ayer Bettini en su discurso de bienvenida a la embarcación ante destacados invitados.

El embajador dijo estas palabras pensando en el proyecto que dio vida a las Fuerzas Armadas argentinas "al servicio del pueblo, de la Patria y la Constitución, la democracia y la República, custodio de la soberanía, el territorio, sus recursos naturales y de defensa de los derechos humanos".

Bettini explicó que "la Fragata Libertad ha tenido como misión completar la formación profesional de los guardiamarinas, pero también se convirtió en embajadora itinerante, representando a la Argentina en los puertos en los que recaló".

En sus 37 viajes -el actual es el 38- lleva 513 puertos visitados y más de 69 países. "Hoy se puede afirmar con orgullo que, después de dos años de intensas reparaciones, la nave conduce por primera vez a las nuevas promociones de guardiamarinas femeninas, lo que la convierte en un símbolo de modernidad", indicó el embajador.

"Sin embargo, y a pesar del dolor que esto nos despierta -dijo el embajador- hay que reconocer que esa primera concepción del papel y por tanto de la formación de las Fuerzas Armadas, que hoy estamos recuperando, fue transformándose progresivamente con los años".

El máximo representante del gobierno argentino en España señaló que desde principios de los años 30 "las fuerzas armadas argentinas fueron adquiriendo un creciente rol respecto al sistema político, el cual se manifestaría en una continua intervención tutelar sobre el mismo que las llevó a producir reiterados golpes de estado".

Este proceso "culminaría en 1976 con la instalación de una violentísima dictadura militar en nuestro país, que dejó un trágico saldo de 30.000 desparecidos", añadió Bettini.