Los comerciantes textiles denuncian que sufren 20.000 atracos al año

El presidente de la Asociación Empresarial de Comercio Textil y Complementos (Acotex), Borja Oria, exigió más agentes de Policía que protejan los establecimientos de la Comunidad de Madrid, que sufren más de 20.000 atracos con fuerza e intimidación al año. Asimismo, reclamó un endurecimiento de las leyes en materia de reincidencia, puesto que los datos revelan niveles cercanos a la impunidad: por ejemplo, asegura que 63 personas fueron detenidas 3.343 ocasiones en un plazo de dos años. 

"En el tema de la seguridad dependemos totalmente de la legislación y de los efectivos que el Gobierno, la Comunidad y el Ayuntamiento proporcionen", apuntó. "Es una vergüenza que te atraque quince veces la misma persona. Tienen que aumentar el número de efectivos policiales y la seguridad, endurecer las leyes sobre reincidencia y concienciar a la sociedad sobre el tema del robo", añadió Orio.

"Es un tema muy grave y es muy dura la inseguridad que se genera a una persona que está sentada en una tienda con un cajón lleno de dinero y que sabe que puede entrarle un tío para pegarle un tiro o un navajazo", destacó. "Creo que, como país desarrollado que somos, tenemos que avanzar muchísimo y estamos viendo que va a peor, lo cual nos preocupa mucho", agregó.

En este sentido, Oria advirtió que muchos comerciantes han desistido incluso de denunciar los robos, porque saben que después de todo el papeleo, molestias para ir a testificar, reunión de pruebas, testigos, etc..., los detenidos "van a estar en la calle en cuestión de minutos". Del mismo modo, los comerciantes reclaman mayor dureza legislativa respecto a los pequeños hurtos en los establecimientos, que elevan a lo que se denomina como "pérdida desconocida" al 3 por ciento. "Ahora, robas en una tienda y no te pasa nada. Eso no puede ser", dijo.

Asimismo, el presidente de Acotex sostuvo que "algo se está haciendo mal" en Madrid en materia de promoción turística. "La venta a extranjeros no comunitarios, a través de los 'tax free', es de un 40% en Cataluña y un 23% en Madrid. En 2003, era justo al revés, con 26,6% en Cataluña y 39,3% en Madrid", destacó. La pérdida de estos clientes supone la desaparición de importantes ingresos, puesto que suele tratarse de viajeros de alto poder adquisitivo. "Creo que tenemos que trabajar muchísimo para convertir a Madrid en capital de las compras y ponerla al nivel de otras capitales europeas. Eso se consigue con promoción", manifestó. 

Más calidad
El presidente de la asociación mostró también su preocupación por "el tema del control de calidad" en cuanto a las mercancías asiáticas. "Nos preocupa mucho por dos razones: la primera porque al final somos consumidores de ese producto, y por lo tanto exigimos la máxima calidad, y segundo, porque nuestros clientes nos lo exigen a nosotros. Sería un atraso y una locura dar un paso hacia atrás en todo lo que se ha alcanzado en los últimos años en cumplimiento de normas de seguridad", concretó.

"Los comerciantes somos los principales interesados en cumplir y en exigir a los fabricantes asiáticos que sigan esa línea. Está en nuestra mano, como clientes, exigirles la máxima calidad y una responsabilidad social corporativa tanto en producción, horarios, etcétera", dijo Oria. A su juicio, no es por tanto un problema de controles estatales o de las administraciones autonómicas, puesto que "el mejor control es el mercado".  Por otra parte, apuntó que tampoco se puede generalizar sobre el producto asiático, puesto existen "diferentes calidades y controles" y, al final, "el cliente busca una buena relación entre calidad y precio".

En este marco, apuntó que la principal baza de los productores españoles es "la diferenciación para poder competir con el producto chino, puesto que vía precio es muy difícil", con lo cual "los fabricantes tienen que apostar por crear marca y por la calidad, la novedad y el diseño".  En este sentido, dijo que España cuenta con grandes distribuidores, como Inditex, Mango y Cortefiel, que ponen en vanguardia el producto español, pero falta una potenciación de los diseñadores españoles. Asimismo, reclamó más atención por parte de las administraciones hacia el mundo de la moda, "una industria muy importante, como se ve que en Madrid el comercio textil es casi el 17% del PIB".

Respecto al anuncio de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, sobre la revisión de los horarios comerciales, Acotex espera que la negociación tenga éxito y no se vuelva a caer en un nuevo enfrentamiento como el provocado por el incremento de los domingos de apertura en 2001, que desembocó en un paro patronal. "Lo lógico es que se llegue a un acuerdo. Sería un disparate cambiar la legislación sobre un tema que no viene en el programa electoral. Estamos seguros de la sensatez de que se nos tendrá en cuenta", añadió.

"Si el motivo de una medida como esta es que la gente trabaja muchas horas entre semana y se debe abrir los domingos, deberíamos aplicarlo a todos los ámbitos, también a los servicios públicos para hacer una consulta a Hacienda, o a un Ayuntamiento para pedir una licencia o ir al dentista un domingo. Sería un cambio estructural", argumentó el presidente de Acotex. "También hay que apostar por la conciliación personal y laboral de un sector que emplea 225.000 personas en España, 32.155 en Madrid", explicó. Además, observó que sería precisa una homogeneización de las reglas sobre la apertura los domingos.