El delantero italiano del Real Madrid,
Antonio Cassano, ha sido apartado temporalmente de los entrenamientos del primer equipo
"por indisciplina" por su actitud contra el técnico
Fabio Capello, el pasado sábado después del partido ante el Nàstic en Tarragona.
Según informa el club blanco a través de su 'web' oficial, desde la dirección general deportiva se "ha adoptado la decisión de apartar temporalmente de los entrenamientos de grupo a Antonio Cassano por un acto indisciplinario (falta de respeto al entrenador), acontecido el pasado sábado después del partido ante el Nastic".
"A su vez, se le aplicará la correspondiente sanción económica que estipula el régimen interno del club", añade la nota hecha pública por la entidad.
Según han publicado varios medios, el jugador habría insultado gravemente al entrenador italiano, por no contar con él en los últimos partidos, sobre todo teniendo en cuenta la buena relación que les unía en el pasado.
Cassano, que llegó al Real Madrid el año pasado en el mercado de invierno y fue criticado por su exceso de peso, y apenas gozó de minutos, encaró la nueva temporada con ánimos renovados, sobre todo por la llegada el banquillo del club de uno de sus entrenadores más admirados, que le puso en forma en la pretemporada y apostó por él al principio de la campaña.
Sin embargo, en los últimos encuentros el transalpino parece haber perdido la confianza del técnico y el sábado protagonizó una de las denominadas 'cassanattas', como se conocía a sus rabietas cuando estaba en Italia y que todavía no se habían vivido en España.
Por el momento se desconoce el tiempo que el jugador estará sin trabajar con el grupo, pero la sanción se trata de una de las más graves en los últimos tiempos en la entidad, sólo comparable a la que vivió Nicolás Anelka, cuando también fue apartado del equipo, y suspendido de empleo y sueldo en marzo del año 2000 tras negarse varios días a ejercitarse con el grupo.
De todas formas, ésta no es la primera vez que Antonio Cassano es apartado de un equipo, ya que en su último año en el AS Roma se enfadó hasta con sus propios compañeros. Sólo se hablaba con Totti, con el que también después tuvo problemas, y estuvo apartado mucho tiempo sin jugar, hasta que en el invierno del 2005 recaló en el Real Madrid.
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