Cuando la luz ha vuelto, a duras penas, a la parte de Barcelona que estaba a oscuras, vuelven los problemas vinculados a las infraestructuras y la polémica política que llevan aparejados.
¿El estatuto de Cataluña, el nuevo, está vigente o no? La pregunta no es baladí. Porque si lo está, el delegado del Gobierno central en Cataluña, Joan Rangel, incumple una ley orgánica, por muy recurrida que esté. Resulta que un punto del Estatuto dice que “los cargos públicos y el personal al servicio de las administraciones públicas que actúen en Cataluña tienen la obligación de comparecer a requerimiento del Parlament”, artículo 59,5.
CiU pidió que compareciera Jordi Prat, delegado del ministerio de Fomento en Cataluña, a lo que se ha negado Rangel. Desde el partido nacionalista moderado se ha considerado esta posición como objeción a la ley y han recordado que cuando, hace un año hubo una invasión de trabajadores en las pistas del aeropuerto de El Prat, Rangel si que fue al Parlament a dar explicaciones.
Si (
No(
