La portavoz de Medio Ambiente de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Madrid, Raquel López, advirtió este martes del "riesgo de filtraciones de cenizas, en concreto de lixiviados, a un acuífero que desemboca en el Manzanares a causa de la escasa distancia que hay entre éste y la superficie del cementerio de cenizas de Valdemingómez".
"En concreto hablamos de tan sólo catorce metros, hablamos de la necesidad de recubrir con una capa de arcilla el fondo para evitar mayores riesgos y hablamos de que para unas tareas tan importantes para la salud de los vecinos de la zona sólo haya asignada una persona en esta instalación", explicó.
Este riesgo de filtraciones, sumado al que ya supone para la atmósfera la propia incineración, está contenido en la exposición de motivos de las alegaciones presentadas por el Grupo Municipal de IU a la solicitud para renovar la autorización ambiental que precisa el cementerio de cenizas en el que se entierran 29.000 toneladas al año.
López exigió el "cierre de la planta de Valdemingómez, la puesta en marcha de una política integral de tratamientos de residuos sólidos urbanos sustentada en la recogida selectiva, el reciclaje y la reutilización y la elaboración de un estudio de impacto ambiental y sobre la salud del conjunto de las instalaciones potencialmente peligrosas para los vecinos".
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