El auto del Supremo

En la actual situación de impasse y grave incertidumbre sobre el proceso de paz, el autor del Supremo sobre los diálogos con Batasuna han venido a alborotar a deteminadas zonas y áreas de la opinión pública. Para algunos observadores, el auto del Supremo que autoriza el diálogo con Batasuna devuelve la iniciativa al Gobierno. Rubalcaba acusa al PP de doble moral por condenar contactos que también sostuvo Aznar y el  PNV pide que el Tribunal superior tome nota del Supremo y archive la querella contra Ibarretxe. Mientras el PSOE celebra la decisión d el tribunal y sostiene que ha hecho lo que tenía que hacer, Acebes, sostiene que el fallo del Supremo no dice que se pueda negociar, y el PP, asimismo, advierte que el Supremo no avala la negociación política con Batasuna, ni cree que el Supremo legitime esa negociación.

 Distintas personalidades y autores, a su vez, han querido pronunciarse sobre esta sentencia que deja poco neutrales a casi todos. Cándido Méndez sostiene que retirar la confianza al Gobierno  en el proceso de paz cuando no ha habido ninguna concesión, es injusto. Edurne Uriarte observa que negociar con ETA es legal. Ahora bien, en determinadas condiciones también es democráticamente intolerable. Dice Fernando Ónega que el auto que otorga licencia  para hablar con Batasuna invita al PP a dejar de utilizar la justicia en sus batallas de partido. Según Gloria Lomana, el auto del Supremo es la mayor aportación al proceso para sacarlo del punto muerto. Y Miguel Bernard, líder de Manos Limpias, y contra cuyas tesis se manifestaba el auto del Supremo, justifica que el alto tribunal se ha movido más por razones políticas que por razones legales, y que el auto no es nada beneficioso para la credibilidad del poder judicial. O sea, que cada cual opina de la feria según le fue en ella.

 Y mientras tanto, se divulgan presuntas condiciones etarras para desbloquear o acaso impulsar ese complicado diálogo del que bien poco se sabe. Una información de 'El Mundo' asegura que ETA pone condiciones al Gobierno incluso para acceder a reunirse. Su último Zutabe le exige que impulse la mesa de partidos, ponga fin a las detenciones, legalice a Batasuna y acerque a los presos. Una vez cumplidas estas bases, vendría el momento y la posibilidad de entrar en la negociación ETA-Gobierno español, según explica. Más aún: advierte que si el Ejecutivo no cede, todo esto tiene una conclusión clara: el proceso de resolución del conflicto no tiene futuro. "El Ejecutivo tendrá que superar los límites y topes que hoy se le ponen a Euskal Herria. Hay que estar como nunca en las calles porque si no, se fortalece la posición del gobierno", dicen los etarras en este nuevo ultimátum al que ya nos van acostumbrando.

 Otro diario, 'ABC', nos asegura que  Batasuna resucita la estrategia que planteó contra la central nuclear de Lemóniz y la autovía de Leizarán, pero esta vez contra la línea de alta velocidad vasca, la famosa y griega ferroviaria, y que no se descartan atentados contra este proyecto de infraestructuras.