Nicaragua y Unión Fenosa logran acuerdo

La etapa del viaje de De la Vega a Nicaragua sirvió para respaldar ese acuerdo y para sellar las bases de la cooperación española con este país.
Al margen de este viaje, representantes de Unión Fenosa se desplazaron esta semana a Managua para intentar cerrar un acuerdo sobre su situación en el país.
Unión Fenosa, dueña de las distribuidoras Dissnorte y Dissur en Nicaragua, donde distribuye la energía eléctrica desde el año 2000, se queja de los numerosos impagos por la prestación de su servicio.
Por su parte, el Gobierno de Nicaragua considera que Unión Fenosa no ha hecho las inversiones necesarias y eso repercute en los problemas de distribución eléctrica, que provocan apagones de hasta siete horas en Managua.
De forma previa a la entrevista con Ortega, Fernández de la Vega se reunió con los representantes de la eléctrica española y, según explicó en la rueda de prensa que ofreció junto al presidente nicaragüense, confiaba en un acuerdo que se estaba negociando hoy mismo.
El acuerdo, según informaron fuentes de la delegación española, llegó poco después de finalizada esa rueda de prensa y se ciñó a los dos aspectos que había explicado en ella previamente la vicepresidenta primera.
En el primero de ellos, el Gobierno de Nicaragua se compromete a aprobar una ley contra el fraude para evitar la falta de pago, principalmente por parte de grandes consumidores, mientras que, en el segundo, Unión Fenosa aplicará un plan de inversiones en el país.
Es el principio de un acuerdo que se espera más amplio, que pretende armonizar los intereses de la empresa y de los ciudadanos del país y sobre el que se mostraron confiados tanto la vicepresidenta española como el presidente de Nicaragua.
Ortega, quien desligó la visita de la vicepresidenta con este contencioso, explicó el origen del problema, que dijo que parte de la privatización de la distribución de la energía eléctrica durante gobiernos anteriores.
"Sacan y sacan y no invierten nada en mantenimiento", insistió Ortega, quien se mostró confiado en que pueda lograrse un acuerdo, aseguró que su Gobierno no va a subsidiar a Unión Fenosa y dijo que cuando alguien se mete en un negocio va por su cuenta y riesgo".
"Espero que se encuentre pronto una solución; de lo contrario -añadió- tendríamos que tomar alguna resolución porque no podemos permitir que el país sea paralizado por la falta de energía".
Con independencia de la cuestión relativa a Unión Fenosa, la vicepresidenta explicó que el Gobierno español financiará un proyecto para el transporte en Managua y otro para ayudar en las infraestructuras de generación de energía.
Al hilo de ello, rechazó ligar la cooperación española con Nicaragua a la resolución total del problema con Unión Fenosa, y dijo que este país es prioritario para España.
El presidente nicaragüense agradeció la última condonación de deuda por parte de España, de un montante de 26 millones de euros, y la contribución que supone a la "batalla titánica" contra la pobreza.
Tras lamentar la existencia de una "tiranía del capitalismo global", destacó la lucha de Nicaragua y de otros países como Cuba, Bolivia y Venezuela para conseguir un comercio justo y para hacer frente a la "avaricia sin límites de un modelo económico que busca el enriquecimiento a corto plazo a costa de lo que sea y aunque eso suponga la destrucción del medio ambiente".
Ortega calificó de "quijotesca" esa lucha, calificativo que le llevó a rendir homenaje a Miguel de Cervantes.
Además, elogió el hecho de que la delegación española estuviera encabezada por tres mujeres, la vicepresidenta y las secretarias de Estado Leire Pajín y Trinidad Jiménez, y se dirigió a esas tres "hermanas y compañeras" para asegurar que son un ejemplo y destacar los avances que las mujeres han protagonizado en un país con "historia de machismo" como es España.
Aseguró que en Nicaragua también se está intentando avanzar en esa dirección pese a que se opongan a ello "fuerzas ultramontanas".
Tras la reunión con Ortega, la vicepresidenta visitará un basurero de Managua considerando como el mayor del mundo en el que habitan personas (con las que está colaborando la cooperación española) y, posteriormente, viajará a Chile.