El Sevilla supera al Real Madrid, ya es segundo

Los hispalenses demostraron ser mucho más equipo y prueba de ello es que no se conformaron con el empate que campeó en el tanteador hasta el minuto 80. La fuerza de los locales les empujó hasta la segunda plaza para relegar a los blancos a la tercera plaza.

El partido comenzó como suele ser habitual. El Madrid le dio el balón al Sevilla y se dedicó a esperar para tener su oportunidad tarde o temprano. Los blancos sufrieron desde el minuto uno y Cannavaro tuvo que demostrar por qué es el balón de oro en el minuto 7 para arrebatar una clarísima ocasión a Luis Fabiano.

Afortunadamente, los de Capello sufrieron menos de los debido gracias a un gol de Beckham en el minuto 12. Una falta bastante escorada, que provocó Van Nistelrooy, acabó por introducirse en la meta de Palop de forma inesperada por la escuadra derecha.

Sin embargo, la justicia dio muestras de su existencia y hoy se pasó por el Pizjuán para poner de nuevo las tablas. Un fuerte disparo de Luis Fabiano salió repelido por el larguero y el rechace lo aprovechó Kanouté, ante la indiferencia de Míchel Salgado, para poner el 1-1 en el minuto 17.

En la primera mitad, el Sevilla fue dueño y señor del partido y de las ocasiones, pero los merengues, a pesar de su escasa posesión de balón, llevaron el peligro a la meta de Palop con disparos aislados. Primero fue Roberto Carlos, que rozó la cepa del poste en el minuto 35 y cinco minutos después, Beckham hizo lo propio con una falta lanzada desde idéntico sitio que el gol.

Luis Fabiano y Kanouté desquiciaron a la defensa blanca, y en concreto a Míchel Salgado, a quien Muñiz Fernández le perdonó la segunda amarilla por un agarrón al delantero brasileiro de los hispalenses.

El Sevilla cortó a Guti

El Sevilla trajo aprendido de casa que Guti, era el jugador más técnico y creativo del Real Madrid. Los de Juande cortaron todo el juego que pasaba por el '14' blanco con faltas en el medio del campo y con duras entradas que sacaron de sus casillas al canterano merengue.

Dani Alves y Poulsen tuvieron como función trabar, sin balón de por medio, a Guti, que reaparecía hoy tras cumplir su sanción y su lesión, que le habían tenido apartado de los terrenos de juego durante dos semanas.

No obstante, el mediocentro blanco, sembró el miedo en la zaga del Nervión, que se echaba a temblar con las acometidas del jugador madridista. Javi Navarro y Escudé no tuvieron compasión e hicieron honor a su fama de defensas expeditivos y contundentes.

La segunda mitad dejó sobre el Pizjuán más de lo mismo. La presión de los de Juande subió hasta línea de tres cuartos y el Real Madrid regalaba la pelota. Los balones largos, rutina del juego de Capello, volvieron a ser el único recurso del Madrid, en los 45 minutos finales.

Lo cierto es que el Sevilla fue mucho más equipo que el Madrid, pero cuando los visitantes tenían el balón de medio campo hacia delante, la tensión se mascaba en la capital andaluza. Un balón de Guti en el minuto 60 pudo desequilibrar la contienda si Ronaldo no hubiera fallado el mano a mano con Palop.

Todo continuó igual, sólo que el partido se convirtió en una auténtica guerra sin cuartel. Los balones muertos se aprovechaban, tanto de un lado como de otro, para crear una ocasión con un balón largo.

Con esto, el Sevilla siguió con su afán de querer llevarse el partido y lo consiguió. Una faltada botada por Maresca, la aprovechó el delantero uruguayo Chevanton, que remató de 'semivolea' para llevar el segundo al fondo de las mallas ante la inoperancia de Casillas, que ni tan siquiera se movió.