Los clubes tiran la casa por la ventana

Si Zapatero fuera más aficionado al fútbol, seguro que con su tan excesivo como irrebatible optimismo genético soltaría algún titular glorioso. Algo así como “hemos avanzado tanto que ya superamos a las anteriores grandes potencias, como Alemania, Reino Unido, Francia e Italia”. Un titular parecido a algunos similares, respecto a temas macroeconómicos, con los que nos ha atacado con excesiva frecuencia. Todo esto viene a cuento por el más que excesivo gasto en fichajes que están haciendo los clubes españoles, sobre todos lo grandes/grandes, galácticos y similares .

Unas cifras que superan a las del resto de las otras cuatro grandes Ligas profesionales europeas, que pertenecen a esos países citados, que, le guste o no a ZP, están muy por encima de nosotros como potencias económicas y políticas. Sin embargo, aquí somos más chulos, léase más irresponsables y faltos de control deportivo y fiscal, porque  a pesar de que estamos por debajo en las listas de la OCDE, del FMI o del Banco Mundial, de los citados Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, les superamos muy ampliamente en tirar la casa por la ventana, en gastar lo que en muchos clubes, hasta el cuello de deudas, no tienen, e hipotecando así el futuro medio o corto plazo de lo smismos.

Hasta que un día peguen el petardo. Porque si es verdad que Madrid y Barça no son sociedades anónimas y sus números cuadran sin excesivo déficit, no lo es menos que clubes endeudadísimos como el Atlético, con un déficit de 180 millones, se haya gastado 60 en Simao, Reyes, Luis García y compañía. Estos nombres y otros como Pepe, Ayala, Metzelder, Abidal, Milito, Henry etc.nos darán espectáculo, y títulos internacionales: los clubes españoles han ganado 3 de los 4 títulos europeos en 2006 y 7, la Liga de Campeones el Barça y 2 Uefas el Sevilla.

Pero también van socavando los cimientos de un deporte -cada vez menos- y negocio -cada vez más- que debería cuidar más su futuro. Aunque éste no les importe nada a sus vanidosos dirigentes, la mayoría, ni a su impresentable presidente de la Federación. Luego vienen los avisos de Hacienda, de la Seguridad Social, de los bancos etc. y la amenaza de desaparición. O la llamada al 'papá Estado' para que pague con el dinero de todos -ya se ha recurrrido varias veces a las quinielas- lo que han derrochado sus dirigentes ante la complicidad cuando no el aplauso de los hinchas, que sólo quieren que su equipo gane. Y es que el que siembra vientos, recoge tempestades. Pronto puede haber sorpresas.