Julio Bocca

El bailarín argentino Julio Bocca abandonará las tablas el próximo año, aunque no descarta volver a los escenarios como actor, si se lo proponen y le interesa el proyecto, pero por ahora sólo piensa en el descanso tras una larga carrera de 27 años dedicada a la danza.

Julio Bocca, nacido en Buenos Aires (Argentina) en 1967, estrenó, en el LIII Festival de Teatro Clásico de Mérida, su espectáculo "Adiós, hermano Cruel", una historia de amor imposible entre dos hermanos separados en su infancia y que se vuelven a encontrar cuando son adultos.

Cuando acabe esta gira, que lleva por nombre "Bocca Último Tour" y que comenzó en enero de este año, el bailarín argentino tiene previsto despedirse de los escenarios, y lo hará el próximo 22 de diciembre en Buenos Aires, "con una gran función al aire libre" que aún está por concretar.

Bocca dijo a Efe que, a partir de entonces, se centrará en continuar como director de la compañía "Ballet Argentino", que él mismo creó en 1989, y que pretende transformar en una escuela integral de danza y comedia musical, en la que se puedan cursar, paralelamente, los estudios primarios y secundarios, de manera que sus alumnos se formen "en la educación y en el arte".

Bocca bailó el jueves en el teatro Romano, un lugar que, según explicó, ofrece un marco "espectacular" para una historia como la que se cuenta en este ballet, que transcurre en el año 1600 y que, además, es "una de mis obras preferidas".

Bocca lleva bailando desde los 14 años, aunque antes había realizado estudios durante dos años, y ha sufrido siete operaciones, algo que considera "suficiente" como para decir adiós al baile ya que, "si sigo así unos años más, me iré del escenario caminando y no bailando, que es lo que quiero".

Para el bailarín argentino, "lo mejor que tiene explicar una historia a través de un ballet es que no se necesitan las palabras", y eso hace que "este arte no tenga fronteras”.