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La serpiente se llama Maleni

domingo 19 de agosto de 2007, 13:20h
Empieza la gente a regresar de sus vacaciones y se encuentra con más de lo mismo. Este año, a falta de cosa mejor, la serpiente de verano se llama Maleni, que es el nombre de tango que algunos, en Andalucía, dan a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, cuya inmediata dimisión piden la oposición y todos los grupos parlamentarios, excepto el socialista, claro. En este país nuestro, donde se buscan más los gestos que las soluciones efectivas, se trata de encontrar un culpable y descargar sobre él, o ella, toda la ira acumulada durante siglos. Como si ella, Maleni, fuese la principal culpable de los apagones en Barcelona. O de las infraestructuras insuficientes o deficientes desde hace décadas.

Puede que Álvarezsea más o menos simpática -más bien menos-, puede que le gusten demasiado los desplantes toreros. Puede, incluso, que no acertase a la hora de la celeridad para reaccionar ante la catástrofe. Pero la verdad es que, evidentemente, ‘Maleni’ no provocó los apagones y creo que otros ministros y ministras deberían haber dimitido antes por razones que tienen mayor fundamento. Porque si fuese por infraestructuras que no funcionan, trenes que se retrasan, obras públicas (y privadas) inconvenientes, aviones que salen y llegan a deshora, servicios de información que no contestan, carreteras mal planificadas,  las dimisiones o ceses de ministros deberían haber sido continuos, y no solamente, por supuesto, en el actual Ejecutivo.

Pero, con todo, yo no me atrevería a decir, como dice Rajoy, que España no funciona; dejémoslo en que quien tiene que hacerla funcionar, es decir, el funcionariado, comenzando acaso por los ministros, tiende tradicionalmente a olvidar que son los ciudadanos, a los que ministros y funcionarios se deben, quienes pagan sus sueldos. Puede que ese sea el pecado de Maleni, pero también de muchos otros que se desempeñan en el Gobierno y en la oposición: que creen que todo les es debido y nada nos deben. Y es entonces, claro, cuando, ya que no nos regalan ni una sonrisa, les recordamos lo de los trenes, los incendios y los socavones.

Entiendo que Álvarez, que es una ministra dedicada y hasta bastante eficaz, pero también bastante cascarrabias, no tiene el mejor talante, por decir lo menos; ¿es eso motivo para el cese? Quién lo sabe. ¿Pedirían los grupos, a falta de cosa mejor, que deje el cargo si en lugar de en agosto estuviésemos en, pongamos, noviembre? La serpiente de este verano, ya digo, se llama Maleni, y ya se sabe que los monstruos del lago Ness tampoco sonríen demasiado y, a veces, hasta dicen demasías, pero ahí siguen, provocando titulares cuando no hay apenas noticias. ¿Qué habría hecho nuestra clase política este verano sin Maleni?
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