José Tomás 'homenajea' a Manolete en Linares

Todos sabemos que el gran ídolo y referente del de Galapagar, al que tanto se parece toreando, fue Manolete, con el que tanto se le compara, como es lógico. Por ello, José Tomás no podía dejar fuera de su minitemporada de reaparición la plaza en la que murió  el 'monstruo', Linares, en su Feria de San Agustín.

Además, va a hacer el paseíllo el próximo día 29, sólo un día antes de cuando se conmemora la tragedia que le costó la vifa al mítico Manolete. La expectación es también enorme y hace tiempo que no hay entradas, salvo en la reventa, que hace su 'agosto' de verdad en agosto.

José Tomás está incluido en una terna que completan Finito de Córdoba -con el que tantas veces actúa- y el local Curro Díaz, un coletudo de corte artístico como el de Galapagar. Lidiarán un encierro de la divisa de Núñez del Cuvillo, una de las favoritas de las figuras.

Como siempre, José Tomás fue el protagonista de la tarde en Almería, en su reaparición, desde que salió al ruedo con su rostro lleno de cicatrices, gesto serio, semblante amoratado como secuela de la paliza de Málaga. Pero ahí estaba, de rosa y oro, en otra de sus plazas más queridas. Y se produjo esa situación mezcla de realidad y psicosis que rodea sus actuaciones. José Tomás viste el cargo de torero. Todos su movimientos están llenos de solemnidad y torería.

Toreó a la verónica con ajuste y quitó por chicuelinas ceñidas a su primer toro. La faena de muleta fue una buena muestra de este matador. Esta faena fue intermitente en la primera parte, con algunos naturales muy ligados, otras veces con necesidad de corregir la posición y otras con enganchones, pero siempre firme.

La cumbre llegó en los pases a pies juntos, ahora más ligados, las manoletinas y las trincherillas. La plaza estaba bajo el influjo de su tremenda personalidad y tras la estocada se desató la pasión en el tendido para pedir las dos orejas.

El quinto le planteó muchos problemas al derrotar alto por ambos pitones. El quite por gaoneras fue escalofriante. El miedo se palpó en el coso. La faena fue muy de torero valiente, aunque ahora los pases no fueron limpios ni fue posible la ligazón. Aunque le faltó esa nota de toreo más largo y ligado.