¿Gallardón siempre responde?

Alberto Ruíz Gallardón no deja de sorprenderme. Aposté porque el día de su regreso a Madrid, no entraría en el asunto que nos ha ocupado durante toda la semana, que no es otro que su voluntad manifiesta y reiterada de ir en la candidatura de Mariano Rajoy al Congreso de los Diputados. Creí que en su visita a la Caja Mágica, iba a rehuir el asunto, que respondería a los periodistas con su frase frecuente de: “Hoy no toca hablar de ese asunto”, dándolo así por zanjado. Me equivoqué. Lejos de saldar la polémica, Gallardón la alentó con nuevas declaraciones. Segunda sorpresa. Cuando le preguntaron porqué ha vuelto a reiterar su oferta a Rajoy cuando hace un par de meses dijo que no volvería a hablar de este asunto, la respuesta me dejó perplejo: “Porque si un periodista me pregunta, siempre respondo. ¿Qué dirían ustedes si me negara a responder?”.

Quienes les seguimos a diario sabemos que no siempre responde a las preguntas de las periodistas, que en muchas ocasiones, cuando no le interesa o conviene, elude que le pregunten, y si los periodistas insisten, les responde que no toca, que no es el momento, que el tema del día es otro. Que no nos cuente que nunca deja de responder una pregunta. Sabe que no es así, señor alcalde. En cualquier caso le tomamos la palabra, y cuando  niegue una respuesta, le recordaremos lo que dijo ayer.

Por cierto, no sé si será por aquello de espíritu olímpico Madrid-16 que nos envuelve a todos, que utilizan el símil deportivo aplicado a la actualidad política. El martes el vicealcalde, Manuel Cobo, comparaba la cita electoral del próximo mes de marzo con un partido trascendental de fútbol donde Rajoy debería sacar al terreno de juego al mejor equipo, a los mejores jugadores, para ganar. El miércoles, el mismo Gallardón utilizó el símil de la Fórmula 1 para comparar a Rajoy con el Fernando Alonso de la velocidad y aseguró que, como el corredor asturiano, será campeón del mundo. En este caso Rajoy necesita buenos mecánicos que le tengan el motor a punto y no algún intruso que se lo gripe, y no pienso que el alcalde pueda ser ese intruso, no lo creo, pero quizá desde el centro de control del equipo, desde las pantallas de la escudería, se pueda ayudar al piloto sin tener que subirse a coche para arengarle.