El sueño de Zapatero

Hay que ver la cantidad de demagogia que se ha hecho a cuenta de la frase de Zapatero, aquella de que “en Asturias se duerme fenomenal”. Cierto que un presidente del Gobierno debe cuidar de que sus frases no sean excesivamente trascendentes, por si acaso, ni demasiado intrascendentes, como ahora ha ocurrido, pero la cosa no hubiera ido más allá si el sueño de Zapatero, lograr la paz en el País Vasco, no hubiese sufrido, veinticuatro horas después de su somnífera declaración asturiana, un nuevo golpe. Porque, como ya todos esperábamos y conforme nos había alentado, previsor, el ministro del Interior, ETA ha acabado golpeando en agosto: un coche-bomba a la puerta de un cuartel de la Guardia Civil en Durango. No ha habido muertos esta vez, pero podría haber ocurrido cualquier cosa.

Qué duda cabe: hemos dado un paso atrás en relación con el mes de agosto pasado. Pero no ha sido el Gobierno quien lo ha dado, sino la banda del terror, que se compromete a un alto el fuego, lo viola con el atentado de la T-4 en Barajas, dice que quiere negociar y lo hace con el chantaje a los empresarios, con la ‘kale borroka’ y con proyectos de atentados, afortunadamente desarticulados hasta haber llegado a esto de Durango.

¿Qué hacer ahora? Esperemos que, tras el paréntesis del Consejo de Ministros de este viernes, con su descanso prolongado en Asturias, confiemos en que a salvo de pesadillas, el presidente Zapatero encuentre un camino unívoco para tratar con el terrorismo, apartándose de este ‘una de cal y otra de arena’ que ha venido caracterizando el algo zigzagueante camino gubernamental en este terreno. ETA tiene que saber, me parece, que el camino de la negociación está abierto, pero siempre que se demuestre que es sincero por su parte, y aclarando de manera inequívoca que ningún terrorista se va a beneficiar de que exista un período negociador. Ya no caben más ingenuidades con la banda que, además, es tramposa.

Y si de paso, quien también parece dormir de maravilla por tierras gallegas y encarna la oposición, adopta la resolución de cooperar con el Gobierno en una línea definida, la que sea, mejor. Este tiene que ser el otoño del consenso contra ETA.