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Advertencias sobre el Presupuesto Militar de EEUU

Advertencias sobre el Presupuesto Militar de EEUU

lunes 03 de septiembre de 2007, 00:53h
La aprobación por Estados Unidos del mayor presupuesto militar de su historia, es no sólo un gran negocio para el Complejo Militar Industrial y expresión  de una política imperial de carácter global, sino que encierra serias advertencias sobre el mundo entero y, por ende, también respecto de América Latina y el Caribe.

Desde luego, reafirma la determinación de Estados Unidos de ejercer un rol de dominio político, económico, militar y hasta cultural, en su carácter de la única y gran potencia mundial.

Un presupuesto militar, el desarrollo y despliegue por todas las latitudes de los más modernos sistemas de armas incluidas los de uso espacial y cósmico de alcance global, los sistemas antimisiles emplazados en  Europa Oriental obviamente materializan una doctrina, en este caso de dominio total sobre el planeta,

El presupuesto militar aprobado el 5 de agosto por la Cámara de representantes, un total de 567 mil 600 millones de dólares, de los cuales 108 mil son para las guerras en Irak y Afganistán, representa una determinación de mantener su presencia sin escatimar esfuerzos y bajas.

Ello, los recursos destinados a la maquinaria bélica, supone también una hipótesis de conflicto, un tipo de guerra, y la definición de un “enemigo”, un bando hostil al que es necesario doblegar, imponer la voluntad propia, eliminar.

Además establece para sí mismos una serie de tareas, misiones y roles tutelares sobre el planeta entero, la imposición de su punto de vista moral, político, en fin, el cumplimiento de una misión asignada –pretenden- directamente por la divinidad, por el propio Dios.

El teatro de operaciones, que de acuerdo a las concepciones de Estados Unidos -y no sólo después del 11 de septiembre de 2001- es toda la tierra, y sólo es un tema de oportunidad, tiempo y decisión de los respectivos comandos militares regionales de Estados Unidos, el que se desarrollen
operaciones bélicas de distinto tipo, por ejemplo, en América Latina y el Caribe.

El sistema antimisil en Europa Oriental, que ya ha tensionado las relaciones entre Estados Unidos y Rusia y la Unión Europea, es parte integrante de un complejo antimisil de carácter global, una nueva versión de la Guerra de las galaxias de Ronald Reagan, que se desplegará en diversos
regiones del mundo, incluyendo América Latina y amenazando  el Cono Sur.

Esto sin duda deberá provocar contramedidas de quienes se sientan amenazados, lo que pondrá una vez más al mundo al borde del holocausto nuclear.

En los hechos, la situación mundial cambia hacia la inestabilidad, la desestabilización, la inseguridad, sobre todo si sólo la subordinación parece aceptable a los ojos de la Casa Blanca.

Se trata de una amenaza potencial sobre la soberanía de los países, la autodeterminación, la libre determinación, la seguridad y defensa nacionales, la estabilidad, una agresión contra el derecho Internacional, además de un atropello a la dignidad de los pueblos.

En este cuadro, las Operaciones Unitas y otras, que anualmente se desarrollan  en mar y superficie de nuestra región, corresponden a una etapa de entrenamiento, conocimiento mutuo, coordinación, uniformación de metodología y prácticas de las cadenas de mando, manejo de armas, afiatamiento de los sistemas de comunicación, establecimiento de relaciones “de confianza”, entre el mando y las fuerzas subordinadas de cada país participante.

Respecto del enemigo, en América Latina la preocupación, por cierto, no son los satanizados “extremistas islámicos”. Aquí hay otros factores que molestan el modelo  de poder estadounidenses: son los Chávez, los Evo Morales, por cierto los Castro, pero también los que buscan defender las riquezas básicas, los que están contra el modelo neoliberal y el Consenso de Washington, y quieren impedir la degradación del medio ambiente, los que defienden los bosques, o los que quieren simplemente la paz.

Por lo visto, el escenario de la región se ha convertido en una amenaza potencial para la estrategia de dominio global de los Estados Unidos, dada la conformación de un gran bloque de diversas fuerzas democráticas que le han cambiado el rostro, tras los años de los regímenes dictatoriales de la Doctrina de la Seguridad Nacional, prohijados por la Casa Blanca y el Pentágono.

El “patio trasero”, se ha convertido en un avispero y un terreno fértil para ensayar respuestas a la injusticia social y económica, al rescate de las riquezas naturales propias, a la defensa de la Amazonía, al rescate de los valores de los pueblos originarios.

La aparición de líderes y nuevas fuerzas que reclaman su lugar en el escenario político regional, representan un desafío para el Nuevo Orden Imperial Unilateral  y es cuestión de tiempo para que, desde Washington se busque aplicar las medidas políticas, económicas, militares para “corregir”
estas “anomalías”.

Esto obliga a pensar, desde la región, estrategias políticas frente a la amenaza, además de estudiar los escenarios posibles. La región debe dejar de ser prisionera de una doctrina político-militar como la diseñada en Estados Unidos- y a cuya materialización corresponde este presupuesto militar 2007.

Los poderes políticos, los académicos, las organizaciones populares, las Fuerzas Armadas, deben generar una doctrina de defensa y seguridad de la región, independiente, soberana, democrática, popular, que responda efectivamente a esta política agresiva, y cuyos componentes motiven y comprometan a todo el pueblo latinoamericano.

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Marcel Garcés
Periodista
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